Reaper
¿Puedo sentarme
aquí a su lado? Qué amable, no se imagina cómo me duelen los pies. Pasé todo el
día caminando; por mi trabajo no hay quién conozca más Lebu. Bueno, “no se trabaja, no se come”, como
dice la gente. Usted tiene un aspecto muy profesional, muy serio con ese traje,
quizás sepa algo de esto: me han dicho que los científicos inventaron una
píldora para enamorarse y des-enamorarse a placer. ¡Qué ilusos! Hay cosas para
las que la ciencia no va a tener nunca la respuesta, cómo si pudieran hacer
algo para evitarlo, esconderse o aplicarse una vacuna mágica que los cure de la
taquicardia del amor. Bien, tengo que irme, le dejo mi tarjeta, por si me
necesita. Los griegos me llamaron Eros, los romanos Cupido, usted puede
llamarme Roberto. Y no se quite aún la flecha, le da un aspecto encantador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario