martes, 12 de noviembre de 2013

108 LEBU

Bel Marduk

Crece, en nuestra tierra, la serpiente  todo en oro y en sol, y el piso será el llanto clamando por la paz para toda nuestra gente.
Pasa por el cielo, como un corisco terciopelo y se rasga la inmensidad azul. En Lebu besé a un ángel con plumas, serafín alado, que oscurece la niebla de la mañana. La ciudad me recibió con abrazos inolvidables.

Oraciones cantan nuestro pueblo. Creen que la vida está cableada, que la mano se convierte en algo, gritando por flores y una nueva canción. Pasa por el cielo como un brillante tachonado y se dirige hacia el añil, los ángeles de Lebu, arcángeles camuflados que en fuego tornan las almas de las personas. Y así me quedé en las ramas de los caminos felices de Lebu entre los brazos y amores.

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