Tomicar
Hotel Plaza Lebu, mediodía. Restaurante
vacío. Entra una pareja. Él vocifera, ella camina en silencio. Se sientan. Les
sirven pasta y vino. Él devora, ella
llora. Lo mira con odio. Le arroja su copa en la cara y sale
precipitadamente.
El hombre toma el plato de ella.
Parece más tranquilo. Lee el diario. Bromea con el camarero. Pide un café y la
cuenta. Toma su abrigo, se lo pone lentamente. Saluda con aprecio al empleado y
se va. El restaurante comienza a llenarse. Un mesero le dice al otro.
- Mañana les toca risotto. Mejor les
servimos menos. Está empezando a engordar.
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