lunes, 4 de noviembre de 2013

73 EL ENCUENTRO

Anémona

Iba manejando despacio, buscando un sitio para estacionar cuando la vio. La reconoció por su forma de caminar y el color de su cabello. Ella se detuvo sorprendida cuando oyó que la llamaban por su nombre.  Miró a su alrededor,  vio un auto que detenía su marcha y escuchó que la nombraban otra vez. Entonces se acercó y al verlo, su historia común se hizo presente.
Un saludo formal, - ¿cómo estás?, pero al mirarse los recuerdos afloraron.
Hablaron poco, no hubo promesas de un próximo encuentro y sin embargo los dos sintieron que el pasado que compartieron en la ciudad de Lebu revivía en ese breve momento.
Él le dijo: - no te he olvidado…

Ella murmuró al despedirse: - pero de eso hace mucho tiempo…, como si con estas palabras pudiera justificar su ausencia. Y entonces, vio que el auto se alejaba lentamente.

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