sábado, 16 de noviembre de 2013

162 FRANCOTIRADORAS

Ángelo Garmendia

Temprano llegan a ubicarse a lo más alto de la instalación. Con cuidado y maestría preparan sus disparos; apuntan, calculan  la velocidad del viento y disparan con gran precisión. Un escolar haciendo la cimarra, cien puntos. Una señora con su bebé en brazos, quinientos puntos. Un ejecutivo apurado por llegar a una junta, el premio mayor, mil puntos. Y mientras la gente asqueada comienza a limpiarse, ellas se ríen con su incesante cucurrucu sobrevolando el lugar. Así pasan el tiempo las palomas en el terminal de buses de Lebu. 

1 comentario:

  1. hohoho.. genial la comparacion!
    aunque no se que es peor.. si un francotirador de verdad.. o las asquerosas palomas

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