Astrid Ramírez
Estoy caminado ¿me
imaginas caminando?, he insistido en que es de suma importancia visitarlo en su
casa, me ha dicho que podrá atenderme solo unos minutos. Golpeo su puerta y no
puedo poner freno a mis expectativas ¿me sonreirá? Me invita a pasar, me indica
donde sentarme y que beber, es cruel pero atiende bien a los invitados. Comento
algo casual, comento que en verano tengo planeado ir a Lebu, ¿te gustaría ir?,
arriesgue todo, me observa y hace un gesto que me confunde, tengo taquicardia,
él me altera, pienso lo que él me hace pensar. Se sienta a mi lado y comenta
algo pero no le entiendo. Lo miro hablar, mis ojos lo reflejan siendo tal cual
es, cruel. Me mira, sus ojos oscuros me hacen sonreír. Desvía la mirada y
rechaza mi invitación, su presencia duele, pero su ausencia es el comienzo de
algo más doloroso.
do men�cn: 0< jaros y goteo de lluvia.
Unos brazos extendidos,
cientos de ellos unidos en una madeja, que surca la tierra y enraíza. Raíces de
un pasado hecho presente, rayos de sol que la bañan, nubes que aportan esencias, y viento que mece banderas
donde solo hay esperanza, la esperanza de Lebu.
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