sábado, 9 de noviembre de 2013

88 EL PESCADOR DE LEBU

Dr. Irusta

Vicente había llegado a su ancianidad en una tierra extranjera y con un oficio impostado. Sólo en Chile sobrevivía la imagen del joven pescador. No tardó en llegar la carta de su jubilación. Leyó la cruda letra foránea y se entregó a la realidad de su agonía. Liquidó su capital en la compra de un velero y fugó a la mar por su destino. El pescador que realizó la transacción sólo le oyó una coordenada: Lebu.

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