jueves, 7 de noviembre de 2013

78 EL CIENTÍFICO

Koala

     Jurgen estudiaba el cuerpo humano en su laboratorio de Lebu. Le sorprendía la capacidad que tiene el cuerpo de curarse ante todo. Los pequeños cortes y moratones desaparecen en sólo unos días. El sistema inmunológico expulsa a los virus y bacterias perjudiciales; a Jurgen lo sorprendía la manera que tenía el cuerpo de solucionar sus problemas internos. 
     A Jurgen le sobraba la familia. No había conocido a ninguna chica en la universidad que le llamase lo suficiente la atención como para desviar sus ojos de los microscopios y los tubos de ensayo. Era una de las revelaciones de su curso en materia de enfermedades del cuerpo y su regeneración. El amor no se había cruzado todavía en su vida. Para olvidarse de los golpes que recibían las heridas abiertas, Jurgen salía los domingos por la tarde a ver el mar, por si alguna chica se cruzaba en su camino.

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