martes, 12 de noviembre de 2013

106 HAMBRE

Leo Stazzito

Licencia Extemporánea Básica para Utopías, LEBU. El agente se la entregó y le dijo: “Úsala cuando desees algo importante, solo la podrás utilizar una vez”. Abandonó la Oficina de Sueños Imposibles cavilando acerca de en qué emplearla: si en que los vecinos de su barrio, el más pobre de la ciudad, tuvieran para comer durante un año (las licencias básicas poseían esa duración); o en si en un viaje de 365 días por el mundo, su anhelo vital.

Esa noche no durmió. La luz de la luna iluminaba sus maletas junto al armario. Se imaginaba conociendo a las tribus nómadas de África, sobrevolando en globo la estepa norteamericana, descansando a los pies del Taj Mahal… De repente, el grito de un niño en la casita de al lado: “¡Mamá, tengo hambre!”.  Y la respuesta de ella: “¡Y yo también, hijo mío!”. Entonces cerró los ojos e hizo ejecutar su deseo.

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