sábado, 16 de noviembre de 2013

154 HIJOS

Cala

Hoy día de la Virgen del Carmen, festividad de mi mujer y mi hija; mi primogénito es el nuevo hombre de la familia, centro de las miradas del otro bando, y chivo expiatorio para los caciques del pueblo.
A mi hija, mi razón de vivir y la niña de mis ojos; hace un año por ahora;  la violaron  unos esbirros. Un reactivo de  lágrimas, hambre, y soledad sin padre; ha sido la alquimia perfecta para prostituirse.
Mi hijo pequeño,  ocho años, mi mismo nombre y pelo rubio rizado; me visita y llora en mi celda. Hoy nos vemos por última vez. Estas despedidas en la cárcel acercan y separan los cuerpos para siempre. Me rompo con el grito sordo de mi hijo, ¡retumba junto al de su  madre! Después se marchan en silencio.

Sollozo. Me ahogan  mis pulmones enfermos. No me despedirá esta noche el paredón del cementerio de Lebu. 

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