Tomicar
El hombre entra
al bar del puerto de Lebu. Mira alrededor: ella no está.
Escucha la voz de Billie
Holiday. A su lado, un gato se estira. Pide
un trago.
Ella aparece abrochándose el uniforme, el pelo húmedo
sobre el rostro. Se inclina ofreciendo sus senos. Llena su vaso. Intenta
acariciarla: lo esquiva.
El estrépito a
vidrio roto lo sobresalta. El gato
ronronea a su lado. El patrón le dice:
- No se preocupe: yo limpio. Ya cerramos.
Desde el espejo,
la mujer lo observa mientras se marcha. Va hacia ella: no la alcanza. Con otra
copa, quizás mañana lo logre.
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