Siberiana
El hombre, encorvado por el peso de su carga, camina
descalzo sobre el pedregullo de un sendero de Lebu.
Sus pies, aunque
callosos por el duro trabajo de años, sangran.
El pesado baúl
de hierro -que dobla su espalda- contiene cientos de pares de zapatos.
Y él lo sabe.
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