sábado, 16 de noviembre de 2013

151 EL ACUERDO

Amigo Gallego

Allí estábamos ante el ilustre juez; leyó con parsimonia el testamento y todos aceptamos la voluntad de aquel acuerdo. Una vez leído, nos llevó a  la Piedra Bramido del Toro, en la que había  una mesa, con sus cenizas sobre ella.
Tomó la palabra y dijo: _ Cuando la tristeza  llama a nuestra puerta, siempre  entre caballeros, echar al aire las cenizas de nuestro difundo amigo, es un acto de cariño y respeto.
_Ésta urna así alzada, significa el sentido de tener entre las manos nostalgias de pasados que, con aromas de cielo, envuelven el corazón de gratos recuerdos_, y un silencio enmudeció nuestras almas .Así son las despedidas, pensé, las autenticas, las que encierran las verdades y los sentimientos.

Y al esparcir sus cenizas el viento en este  lugar mágico de Lebu, pudimos oír por última vez  el susurro de su voz como un sueño  que despierta  nuestros  anhelos.

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