Eustaquio Plimsoll
Estoy
yendo en bus a Lebu. En la TV del bus están pasando uno de esos documentales “extremos”.
Hoy tocaba “los amantes más extremos del reino animal”. Estaban tratando sobre el Cacapú, una especie de loro gigante
del bosque lluvioso neozelandés. Al parecer esta desgraciada especie tiene una
muy baja densidad de población y hay veces que en la isla casi no hay hembras. El
macho emite un sonido muy grave que se siente a 5 km , y cuando no tiene éxito
amatorio, empieza con unos alaridos realmente desesperados. Pero si creen que
eso es todo, están muy equivocados. El lascivo pajarraco, después de unos días
de frenética llamada, desespera por completo y al parecer, si vamos a creerle
una serie de científicos que cita el documental, se lo ha visto teniendo
relaciones con ramas de árboles ¡e inclusive algún ave marina despistada que
cae en la celada!
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