Las
leyendas locales cuentan que ese hombre, Benavides, escondió su tesoro y acabo con
la vida de sus ayudantes mientras escapaba. Dicen que aquel botín fue puesto en
una caverna de Lebu junto a las playas de Millaneco, pero esto no es del todo
cierto.
El fantasma del bandido no vaga en busca de
tales fortunas compuestas por plata u oro, es mas, según he averiguado aquella historia
del gran tesoro es solo eso, una historia creada para ocultar la verdadera riqueza
del fugitivo, aquella que concibió luego de serle otorgada la misión de internarse en la Araucanía, una
niña de cabellos dorados y ojos de plata, nacida tras el fugaz romance que sostuvo
con una nativa de la zona.
Warlock
Iscariote
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