sábado, 18 de enero de 2020

071.- CHIFLÓN LA FORTUNA


El carbón andaba en la brisa, en la fresca, era mejor ni acercarse a las minas porque uno quedaba negro; marcado, con tos y los ojos achinaos. Pero el Tito era porfiao se paseaba para ver al dueño de toda esa plata, lo quería hacer tonto. Era un cabro ágil y pillo, sus padres lo habían mandado a un internado, pero él se escapaba para ver a su hermana chica, la Tere que tenía los ojos verdes de pura pena. Así fue como en la noche se apareció el dueño y el Tito lo hizo leso, el hombre solo le advirtió que las mentiras hacen que se vaya el gusto; “el pecado es negro como la noche y dulce como la maldad”.
En la casa, el café se sirve con 9 cubitos de azúcar y solo le falta la luna, la que se llevó a la tía Tere y dejo al Tata con ojos verdes.
                                                                                                      Antonieta E. Santibáñez

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