María, Sofía y Juan iban camino a la
caverna de Benavides en Lebú. La verdad era que María no entendía porque sus
primos; Sofía y Juan, estaban tan empeñados en buscar un tesoro que era solo
una leyenda. María solo había aceptado ir con ellos porque quería demostrarles
que era mentira.
Mientras María pensaba, llegaron a las
cuevas de Benavides.
-¡Oh! Hermana, ¿trajiste la pala?
-Sí, Juan. Más vale empecemos ahora a
buscar.
-Chicos, insisto que esto es una locura. -
les dijo María, sentándose en el suelo.
-Tu negatividad me afecta. Así que, si
quieres ayudar, levántate. - respondió Sofía.
María levantándose de mala gana, dejó que
su prima excavara en su lugar.
Mientras Juan intentaba convencer a María
de que la leyenda era verdad, Sofia excavaba.
-¡CHICOS!
Juan y María fueron corriendo donde Sofía.
Ella sostenía una caja llena de riquezas adentro.
-¡La leyenda…!
-¡MARÍA!
María se sobresaltó, abriendo rápidamente
los ojos.
Chave
No hay comentarios:
Publicar un comentario