Llegamos a aquella ciudad, destino que
elegimos mi marido y yo para ir de vacaciones con nuestro hijo. Pese a que
según el diccionario malayo su nombre significase ‘polvo’, todo en ella era muy
colorido.
Nos hospedamos en una casa en la calle Freire, con una prima mía. Entramos y la
ojeamos. Su fachada era azul cielo y por
dentro cada habitación tenía un color distinto. Era 15 de noviembre y en casa
hacía calor así que nos fuimos a dar los cuatro una vuelta por la ciudad. Todas
las casas tenían colores vivos. ¡Eran preciosas!
-Juan, ¡qué colorida es esta ciudad! -
Le dije con cara de estar enamorándome de cada una de sus calles.
-¿Y si nos quedamos a vivir aquí?- Me
preguntó.
Asentí y él me besó. Nuestro primer
beso en esa ciudad que rápidamente nos acogió. La mejor ciudad para vivir.
Nuestra nueva ciudad.
Antoba
Me gustó, algo corto, pero muy lindo.
ResponderEliminarUna ciudad con los colores del amor. Bello y sugerente
ResponderEliminarQue bonito,transmite mucho amor y dulzura y en tan poco texto!! Muy intenso me gusta❤️
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