sábado, 18 de enero de 2020

078.- SANTO Y SEÑA


Viejo, encorvado,  de caminar lento va Juan, a esperar su final, imitando la tradición de los elefantes cuando sienten que la muerte los acecha, para no convertirse en una carga familiar.
 Entre sus harapos había escondido un poco de dinero,  para viajar a su último destino: la Isla Mocha, al considerarla lugar sagrado para el descanso de su alma, pero antes quiso estar en Lebu, no recordaba: ¿a qué edad?  ¿Dónde? ¿Con quién? pero si recordaba que un día estuvo ahí, el lugar más lindo visto en sus 95 años de vida, tierra escogida por Dios para los indios Mapuches, donde él, un día antes  de partir hizo una promesa, de regresar pero ahora no sabía a qué,  porque sus recuerdos no le respondían. Lerdo y aquejumbrado iba de un lado hacia otro hurgando sus pensamientos.  Al ver un letrero que decía, calle Esperanza, sus recuerdos flotaron como por arte de magia.
JERO

10 comentarios:

  1. Isla Mocha es parte de Lebu y en tu texto lo haces ver cómo si fuesen lugares aparte cuando dices: "Isla Mocha, al considerarla lugar sagrado para el descanso de su alma, pero antes quiso estar en Lebu"

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  2. Muy original, el anciano sólo necesitaba una señal, para recordar su pasado. Felicitaciones.

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  3. Lindo, poder cumplir nuestros sueños antes de irnos al encuentro con Dios

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  4. Interesante,me recordó una lectura sobre el cementerio de los elefantes, ya viejos se apartan de La manada para no causar problemas.

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