Había
una vez un viento muy ocioso. Eolo siempre amenazaba con encerrarlo en la
Caverna de Benavides. Ese aire un día
se dijo:
–
¿Dónde estará esa Caverna?
Preguntaba
pero nadie sabía informarle. Se dirigió
al mar y ésta le dijo:
–Es
un lugar precioso. Pero, tú, que tienes las mejores alas, que pasas el tiempo
levantando mi vestido de agua, seguro que descubrirás ese paraje.
Siguió
buscando y, por fin, lo encontró.
Era
Lebu y exclamó:
–Bello
paraje. Me quedo en esta Caverna a vivir y trabajaré para que esta comuna, gracias a mis brazos, tenga siempre energía!!
Desde
ese día Lebu contó con ese benefactor quien, redime su anterior ociosa
existencia en el Parque Eólico. Desconocen que en la Caverna de Benavides pernocta
ese hijo de Eolo que, allí trabaja infatigablemente.
En
Lebu ni siquiera es ocioso el aire!!
Malintzin
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