viernes, 3 de enero de 2020

030.- SIEMPRE ME SORPRENDO


Aquel verano del 2017, cansadas de tanto caminar con mi hermana, por la Plaza de Armas, sin levantar la cabeza, respirando la armónica tranquilidad que se vive en la ciudad de Lebu,  recuerdo cuando quise apoyarme y  coloque mi mano en un tubo de acero, grande y helado, mis ojos quedaron estupefactos cuando comenzaron a revisar y grabar el hermoso tallado que había en ese perfecto cañón, jamás visto antes, quise pasar mi mano para sentir el arte, quise impregnar cada relieve, delicadamente esculpido de ese cañón; pensé y sonreí, como algo tan sutil puede ser parte de algo tan denso.
Claude

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