Lebu
estaba en silencio, la luna se asomaba entre los pliegues del cielo. El soñador
se asomó a la ventana junto a su inseparable amigo el mate… las luces
artificiales mostraron la playa, entonces la vio, bailaba apenas cubierta por
un velo transparente que no dejaba nada a la imaginación, ella concluyó su
danza, hizo una teatral reverencia, corrió y se sumergió en las espumantes
olas… ¿Sueño o realidad? ¡Qué importa! Lo que sí es una realidad es que muchos
jóvenes y otros no tan jóvenes, salen en noches de luna a tomar mate a la playa
de Bocalebu.
Neftalí
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