Cuando
era joven mi abuela solía contarme una historia sobre una pequeña comuna en la
que vivió a la orilla del mar. Decía que en ese lugar había todo lo que una
persona pudiese desear, comida de calidad, trabajo, hombres y mujeres hermosas,
gente humilde que te acogía como si fueses parte de su familia, vino del bueno
y más. Aquel lugar era como de ensueño, simplemente ni siquiera el mismísimo
paraíso tendría comparación alguna con él.
−¿Cuál
era aquel lugar del que me hablabas cuando era joven?− le cuestioné a mi
abuela mientras le daba un sorbo a mi taza de té. −¿Dónde estamos, querida?− preguntó.
Tiene edad avanzada así que asumí que lo olvidó, sería normal a sus años.
−Lebu−
dije intentando orientarla.
−Querida, acabas de responder a tu pregunta− respondió la anciana luego de un
largo suspiro. Finalmente, hoy después de veinte años, logré comprender lo que
dijo aquella vez.
Passionn18.
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