Una tarde de verano fuimos con mi hijo a pasear a la playa larga de Lebu. Mirábamos el mar cuando de repente vimos cómo dos ballenas jugaban felices lanzando sus típicos chorros de agua.
Se veían muy cercanas a la costa, corrimos hasta la parte mas alta de las cavernas de Benavides y las observamos hasta que las vistas tan ilustres se nos perdieron de vista.
Más tarde le expresaba a mi hijo mi preocupación ante lo visto pues hace muchos años atrás extrañamente amaneció la playa de Boca-Lebu cubierta de miles de sardinas y los más antiguos decían que era mala señal. Así fue, pues pasados algunos días se produjo el terremoto de 1960.
Respecto a las ballenas, temía que pasara algo parecido y, desgraciadamente ocurrió, pues a días del avistamiento ocurrió el terremoto del 27 de febrero 2010.
¡Qué sabia es la Naturaleza, qué sorpresas nos depara!
Petrona
No hay comentarios:
Publicar un comentario