viernes, 24 de febrero de 2017

121. ¡PIRATAS EN LA COSTA!

El silencio era completo en la pequeña taberna, Tristán se disponía a partir cuando la puerta se abrió con gran estrépito y entró a tropezones un viejo lobo de mar gritando a todo pulmón: "¡Piratas en Lebu mis jóvenes parroquianos! ¡Piratas en la costa!" El caos fue cosa de instantes con semejante anuncio, muchos empeñaron sus espadas, y este fue el caso de Tristán, quien decidió que era hora de probar su valía, con el sable en alto corrió hacia el embarcadero, y a medida que se acercaba podía escuchar los sonidos provocados por los cañones de las naves enemigas, cuando estaba a punto de llegar al fragor de la batalla, una mano tocó su hombro y toda la ilusión se quebró, volvía estar en su alcoba, y sólo miraba los ojos de su madre.

Isabel de Andrómeda






No hay comentarios:

Publicar un comentario