miércoles, 1 de febrero de 2017

059. SIEMPRE VOLVERÉ

Recorrimos silenciosamente la orilla del mar, enriqueciendo nuestros pulmones de aquella brisa tan característica de la zona, al tocar mi mano el tiempo se detuvo, llegamos a una gran caverna natural, en donde recogió una piedra la cual ató a una raíz natural que sobresalía de las rocas. Al obsequiármela dijo: "Cuando el tiempo desee borrar estos recuerdos, toca esto y no se irán". Tiempo después concurría a aquel lugar todos los veranos, buscando el rastro de aquel muchacho.

Escribina












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