sábado, 10 de marzo de 2018

125.- GANAR TIEMPO

Me acerqué al borde del viejo puente, la fría noche de agosto apuraba, respire profundamente dando mi ultima mirada a los blancos techos teñidos por la luna, antes del final. “¡No lo hagas!, sufrirás eternamente, jamás veras a tus seres queridos, esta tierra será un eterno purgatorio,” dijiste. No te vi venir, pero tus palabras me dieron  esperanza, quizás la que necesitaba para encarar mi realidad, quise saber mas de ti, tu escueta respuesta  “soy María, estoy sobre esta vía, la 40, altura 206 al fondo”.
Me senté y lloré desconsoladamente.
El sol me despertó frío hasta la médula, encaré decidido a agradecer tus palabras.

Al llegar no quise entender que pasaba, no pude, corrí al fondo, una derruida pared decía “María Yañez, amada madre no soportaste la partida de tu esposo y ganaste tiempo para su reencuentro  agosto 1952”, lamentablemente sé que no lo lograste.
Macramé

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