sábado, 3 de marzo de 2018

077.- LA DESPEDIDA

Aquella tarde viajé hasta el cementerio simbólico. Iba vestido  con mi disfraz  de payaso. Estuve a solas un buen rato acariciando recuerdos. ¡Se fueron tantos amigos de los que no me pude despedir! En este pueblo repartí mucha alegría. Mis presentaciones hicieron reír a tantos que, sin darme cuenta, un día perdí el nombre. Los vecinos comenzaron a saludarme solo con una sonrisa. Ahora soy yo quien  se va. No hay remedio. La capital es la única solución para estos pulmones  que se resisten a continuar conmigo. No volveré a ser payaso. No para otras sonrisas ajenas  a esta tierra. Aquí queda el artista. Aquí pudiera hacerse una tumba con mi nombre. De alguna forma, cuando salga de Lebu, también habré desaparecido. 
Raíz de Ceiba

No hay comentarios:

Publicar un comentario