viernes, 9 de marzo de 2018

107.- AMOR ETERNO

Acarició con sus dedos lentamente sus aguas. Paró después en silencio a respirar su pureza, su belleza le desnudo en un segundo el alma...como cualquier encuentro entre amantes. Encontrarla una vez más había sido su último deseo, y dios se lo había permitido. Fue así que entendió que no era un sueño desde la cama del hospital.
Observó con gratitud otra vez su último amanecer en la playa de Lebu. Soltó al aire un suspiro, y dejó que su alma regresara.       
                                               Morosha

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