Dedicado al escultor Ildefonso Quilempán, 1985-2017
La última vez que los
hermanos Quilempán vieron a su padre, fue navegando río arriba en un pequeño bote
de madera que había sido construido por él. En este largo viaje solo carga sus
viejas herramientas que usaba para
tallar la madera.
Desde la lejanía unos gritos
infantes resonaban con el eco que producía el agua.
Adiós Padre, adiós, mientras
la vieja embarcación se desdibujaba en la lejanía
Los hermanos Quilempán decidieron
jugar chueca junto al “Marte” y el “Rayo”, mientras esperan, algún día,
encontrarse con su padre.
Gongo
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