martes, 6 de marzo de 2018

086.- EL SÍNDROME DE LAS AGUJAS PICANTES


Júrenme que si les cuento no le van a andar diciendo mi secreto a esos bichos feos que se esconden debajo de mi cama. Se despiertan cuando yo duermo y me pinchan con agujas los dedos de los pies, no importa en qué colchón del mundo me acueste, ellos me encuentran y por la mañana tengo los pies sangrando. Pero hace ya varias noches que los traigo desconcertados y ahí es donde entra mi secreto: Cuando las estrellas se juntan todas en el cielo, escapo de los cuartos y sin que la gente que dice que tengo esquizofrenia me vea hago un nidito en el cementerio y me quedo ahí durmiendo toda la noche, con fantasmas, pero sin bichos. Son ellos –los fantasmas, por si no quedó claro– los que no dejan que los bichos de las agujas me encuentren. A veces las ratas me sirven de almohada y en las cruces cuelgo mis peluches.

Adelaida

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