viernes, 9 de marzo de 2018

103.- LECHOS VACÍOS


Con los ojos desbordando amor miraba aquella lápida. El susurro de su voz se iba con el viento, mismo que agitaba los árboles del cementerio simbólico de Lebu. Ella miraba enternecida aquel lecho vacío, como si no supiese que su amado no estaba ahí. Reía mientras contaba al pedazo de granito cómo las olas besaban las orillas de las playas.
Después de todo, quien en este cementerio es conmemorado, no ha hecho sino convertirse en inmortal. Su voz, repleta de ternura, no decía sino las ganas con que esperaba su regreso. Porque él habría de regresar como todo el que ahí era honrado.


Lizzy Borja

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