miércoles, 7 de marzo de 2018

098.- EL RÍO LEBU

Querida hija:
Como te anticipé, tu papá y yo hemos decidido acompañarnos en este tránsito.
A tiempo regresamos de las playas, ahora que anochece. Busco protección bajo retazos de sombra de los árboles, me acompañan los pájaros, acarician el aire. Lagrimeo, siento la necesidad de despedirme.                
Al regresar a la gran cueva, quedamos deslumbrados por la oscuridad. Papá frunce el ceño por el arrullo del viento y de las olas que rompen sobre la playa pero no se inquieta cuando advierte que el canoero ya se acerca, siempre dijo que la sorpresa sólo demora la fatalidad. En la certeza del final papá le entrega la tanza y los anzuelos y define la orilla del mar para partir hacia la Isla Mocha.
Caronte encara la canoa hasta perdemos en el horizonte marítimo.

                                                                                                               mamá 

Alfonsina

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