Tengo esta costumbre
de subir al auto y manejar como si quisiera encontrar el fin del mundo. No
sabíamos que algo estaba mal, después de todo, era la única manera de amar que
conocíamos. Pienso que las puestas de sol son tan tristes como las despedidas;
el cielo anaranjado es una sonrisa en el panorama de la playa desierta. Me
pregunto si encontraré el fin del mundo y si, acaso, será igual a tu sonrisa.
Tengo esta costumbre
de sonreírle al aire. O, tal vez, sonría para el tú que guardo en recuerdos: el
que tomaba mi mano y me miraba como si fuese el mismísimo cielo.
Lizzy Borja
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