Juanjo Perz
No encontró un tesoro o eso era lo
que pensaba en ese momento, anochecía nuevamente y desganado caminaba rumbo a
la playa cuando, de repente, una mujer salía a su paso.
Pensó en la belleza chilena y como
en su país no había mujeres así.
Una sonrisa repentina de ella bastó para que Lebu se iluminara junto con su vida.
Había encontrado, finalmente, el
tesoro escondido.
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