Addín
En Santa Rosa,
ciudad de Lebu, conocí a un Mapuche, era nieto de uno y vivía en la ciudad,
pero estaba orgulloso de su raza. Una vez me invitó a pescar al río Lebu, donde
hay especies desconocidas para mí. Mientras pescaba, fue contándome la historia de unas monjas fugitivas que se
escondieron en la selva durante la guerra hace muchos años.
En la orilla
estaban lavando ropa unas indias hermosas y no pude evitar observarlas.
–No te
distraigas, que aquí los peces son enormes y te pueden tirar al agua. Me dijo.
–No seas
exagerado, en todo caso, me avisan con una picadita. En eso, siento la picadita
y sigo observando a la chica que mi guiña un ojo y agarro fuerte el sedal, algo
me arrastró por el bote y me lanzó al agua. Mi amigo riéndose, me dijo-. Te lo
advertí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario