martes, 29 de octubre de 2013

49 DESPERTAR

Juanjo Perz

Sin saber de donde venia el calor repentino que derretía el frió glacial dominante de su alma, se toco la mejilla ardiendo de pasión y se pregunto si aquella mujer, era o no, la culpable del beso que olvido antes de despertar, una vez mas, junto al sol en las playas de Lebu.

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