Morpheus
Una colorida mariposa se acercó a un perro callejero que estaba
acostado en la plaza de Lebu gozando de un lindo sol. Éste, al notar que la
mariposa se posaba sobre su nariz estornudó, logrando que la mariposa emprenda
su vuelo con rumbo fijo hacia la orilla del río. El perro, juguetón como sólo
lo era el, la perseguía. Varios minutos de aleteo desenfrenado de la mariposa
pasaron hasta llegar al agua, lugar donde para sorpresa del perro se encontraba
un niño, luchando por su vida a la deriva. El perro, haciendo uso de un
instinto casi humano, corre a llamar la atención del primer transeúnte que
logra ver. El niño rescatado cuenta su historia hasta el día de hoy, acompañado
de su fiel perro, nunca más callejero. La valiente acción de la mariposa nunca
se contó, mas todas las primaveras siguen apareciendo lindas mariposas en la
plaza de nuestro Lebu.
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