Ámbar
El agua rebana mi piel. Atado a este
naufragio mis fosas nasales respiran sal. Todos están muertos. Vi la
desesperación hundida en sus ojos, escuché los nombres de sus hijos apagarse en
la oscuridad. Las luces traen el salvataje. Veo mi Lebu en un abrazo familiar.
Vivo. Pero el diente de la muerte mastica mis días, ata el lazo que me salvó a
la viga y silencia los nombres de sus hijos que se apagan en mi oscuridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario