"Nunca es un buen momento" por Madame Juju
Brillaba mucho la luna esa noche. Antonio la miraba con lágrimas bajando a mares por su mejilla. Sostenía fuertemente algo entre sus manos y su pecho. Hacía diecisiete horas que no lo soltaba, también hacía diecisiete horas que no reaccionaba.
La noche anterior estuvo con sus amigos, tomó algunas cervezas y volvió a dormir porque tenía que ir hasta Lebu a la mañana. Pero eran cerca de las seis cuando se tuvo que levantar por una llamada, una llamada que lo despertó y lo aceleró. Se vistió sin mirar, tomó una foto que estaba suelta en la mesa, subió a su auto y aceleró. Eran malas noticias las que lo habían despertado, de esas que no te dejan ni pensar ni respirar. Cuando llegó, el médico de guardia le saludó con palmadas en la espalda y le pidió que le acompañe a un lugar apartado. Antonio solamente lloró. Lloró con infinito dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario