"El viaje" por Sofía Berni
"Llegamos", dijo el taxista sonriendo y sosteniéndome la puerta abierta para facilitarme el descenso. Con los ojos desorbitados, me incorporé rápidamente en el asiento, mirando hacia todos lados intentando ubicarme. Frente a mi aparecía una playa bellísima, de arena blanca contrastando con el turquesa del agua, el sol brillaba y una brisa leve me acariciaba suavemente. Un pequeño cangrejo trepaba de costado a una roca y, cada tanto, pasaba algún pájaro volando y gritando como dándonos la bienvenida.
"Sé que estoy dormida", le dije para evitar el ridículo, mientras bajaba, sacándome los zapatos y tirándolos en el interior del auto, "pero... dígame por favor dónde estamos". "Señorita, es la playa de Lebu", dijo el hombre mirándome fijamente.
"Señor", dije, "no sé qué está pasando, pero acabo de subir a su taxi en la ciudad de Montevideo, con destino a mi oficina frente a la Plaza Independencia".
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