"Un hombre precavido" por Samuel
Él, como buen representante de la ciudad de Lebu, era un hombre precavido y dueño de las situaciones que se le presentaban. Esa noche, soñó sobre como sería su encuentro con Dios y despertó con la sensación de que aquella, aunque no estaba enfermo, sería su última mañana. Lloró, pensando en la injusticia, en cómo lo extrañarían sus familiares y amigos, y en todo lo que estaba por perder. Se preguntó, a qué hora del día, en qué minuto o segundo lo visitaría la parca. Como a él nunca le gustaron los imprevistos, una vez más se adueñó de la situación y se colgó: de la guácima del patio.
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