"Vestigios nocturnos" por Poloá
Cornelio Saavedra y los niños Lafquenche están dispuestos de espaldas para que nunca entrecrucen sus miradas, quizás por inconvenientes históricos; quizás de pura casualidad.
En altas horas de la noche cuando Lebu duerme; sólo el mar susurra, los perros a la distancia ladran solitarios; el general Saavedra y los niños Lafquenche viajan por la órbita terrestre a velocidades cósmicas, Saavedra cabalga sobre un caballo negro, los niños son impulsados por las caricias del viento y guiados por el Wünelfe Mapuche, en ese instante ya no existe el rencor; Lebu es hermoso desde los cielos, sólo hay tiempo para disfrutar; para encandilarse de aquella vista antes de que el primer lebulense despierte y descubra sus sibilinas peripecias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario