"Instinto felino" por Nereo Welch
Lo oigo acariciando mis orejas puntiagudas como una sinfonía aventada por la brisa. Mis bigotes, largos y curvos, tiemblan cual diapasón al oír aquel nombre, y mi abrigo de piel obscuro se eriza.
No comprendo ¿Por qué ese nombre? ¿Qué será? -pienso mientras recorro los tejados escarchados de mi barrio. Cada rincón me es conocido. Estos son mis dominios, pero este año es diferente, una enorme tormenta se acerca. Incluso ya puedo oler el gélido aire que congelará mis pulmones sino me marcho. Durante estos diez años de vida, he muerto siete veces. Desangrado, arrollado, por asfixia, dos veces por caídas de gran altura (Es una vil mentira lo de las caídas de pie, ¡Si señor!), envenenado y por último, entre los colmillos de un perro. No me quedan mucho más.
Espero que la voz tenga razón, y Lebu sea lo que necesito.
Partiré pronto, antes que las primeras nubes arrimen.
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