martes, 31 de diciembre de 2019

027.- LEUFU


Tirados a orillas del río que dio nombre a la comuna, Isabella y yo tomamos mate y conversamos sobre la belleza del lugar. La conocí hace unos meses en Río de Janeiro, ambos estábamos de vacaciones y nos enamoramos. Ahora estamos en la tierra de Gonzalo Rojas y Gabriela Pizarro por cuestiones laborales, quizás abandone Buenos Aires y me instale definitivamente en Lebu. Ella me sigue, no tiene objeciones, es una mujer libre y resuelta que vive el día a día. Su piel negra casi azulada llama la atención de los lugareños. Un pescador borracho le dice un piropo subido de tono cuando me alejo algunos minutos.
Soy escritor y creo que Lebu es el sitio perfecto para inspirarme. Es una ciudad mágica que irradia tranquilidad. Un paraje adecuado para desposar a la jovenzuela brasileña y olvidarme del mundo y su frenética locura. Hasta creo haber visto una sirena coletear entre las olas espumosas del Leufu.
Trisha Armstrong

026.- MUJER DE LEBU


Sentados en la fuente de El Niño Pez, conversamos sobre un libro. Una novela de Vargas Llosa que atrapó nuestro interés. Entre críticas y cambios de ideas, no puedo desviar la mirada del escote de mi amiga. Sus pechos parecen querer romper la tela que los contiene e irrumpir al sol de enero. Siempre deseé a Marcela, siempre fue y sigue siendo mi deseo más íntimo y ardiente. Me toma de la mano y habla:
-¿Qué pensás?
-En vos.
Silencio. Me mira asombrada.
Se para y se marcha sin pronunciar un adiós.
No supe más de ella. No volví a cruzarla por las calles de Lebu ni de ningún sitio. Sólo la veo en recurrentes sueños (pesadillas durante la vigilia). Nunca más pude leer al peruano y aborrezco el nombre Marcela.
Una mujer es capaz de dar a luz pero también de apagar este mundo. Una mujer contiene al diablo en su interior.
Trisha Armstrong

viernes, 27 de diciembre de 2019

025.- EL NIÑO PEZ


Como dijo Neruda, un niño nos mira. Me observas, te escucho, más que nunca, mis ojos exhalan lo que siento. Te das cuenta que aquel niño, así como hoy, ha sido espectador de historias infinitas, los esfuerzos de los mineros, los lamentos de Eliana, los paseos de novios y ahora, contempla como nos besamos sin besarnos. Y es que, si hablara, podría declamar, narrarnos, la eterna sensación bajo el cobijo del techo azul, las risas jolgoriosas de los pescadores, la alegría de su gente que al igual que tu muchacha, hablan con la sonrisa y escuchan con los ojos. Te vas y me le quedo mirando, contento, sonriente, él y yo sabemos lo que existe a nuestro alrededor, él y yo existimos a los ojos caminantes, el más que yo, reúne las historias, el alma de una Ciudad infinita.
Matías Nadie

jueves, 26 de diciembre de 2019

024.- LA VOZ PÉRDIDA EN EL VIENTO


El río Lebu, sabio desde su origen, tiene muchas historias por contar. Dos espíritus en disputa por sus codiciadas bondades: Pikún-Kuruf, viento norte destructivo que trajo fuertes tormentas y Waiwén, viento sur favorable que defiende hasta hoy el lugar. Ambos libraron una lucha a muerte, siendo Lebu la frontera de paz entre los indómitos mapuches y la naciente nación chilena. Refugiando monjas y realistas en sus años dorados.
La mocha fue tan grande que desprendieron un trozo de territorio que originó una isla y creó cuevas en su interior. 
Ahora, Pikún-Kuruf se cansó. Cumplió su cometido, expropió tus bondades, arrebató de tus entrañas tu oro negro; no te quiere, no te desea. Pero Waiwén sigue ahí, evocando recuerdos de años dorados. Tu isla mocha y sus cuevas, testigos de tu soledad, te acompañan al compás de su aliento.
Conciencia

jueves, 19 de diciembre de 2019

023.- EL COLLAR DE CARACOLAS


Al final de su vida ella quiso que le pusiera su collar de caracolas y no se lo sacó nunca mas. Eran caracolas recogidas por todas las playas de su lejano Lebu. Unas eran de Chimpe y Morhuilla, otras de Playa larga, Millaneco y Bocalebu y otras no menos bellas provenían de misterios ojos de mar  que solo ella conocía. Eran caracolas nacaradas, azulencas, rosáceas, negruzcas y blancas; algunas conservaban pequeñas algas petrificadas de mil años y todas guardaban el sonido del mar. Ella se las llevaba al oído y sabía de qué playa provenían… sonreía y su mirada se llenaba de dichosa  nostalgia. Se fue con la mas preciada joya pegada a su pecho ya inmóvil y supimos que eso era lo que ella quería.
Amada mía, volviste a tus playas por la eternidad.
Neftalí

martes, 17 de diciembre de 2019

022.- METEORITO


Doce mil millones de kilómetros de vasta sopa intergaláctica de partículas cósmicas, neutrinos, radiación electromagnética y materia y energía oscura. En el centro, el Sol, flotando y haciendo girar todo. Planetoides, cinturones de asteroides, cometas y ocho planetas adornados con sus respectivos satélites, cada uno de su padre y de su madre. Chatarra, estaciones y sondas espaciales a punta pala...Y precisamente tiene que caer  uno de los 1.445 meteoritos que caen diariamente sobre el capó de mi coche nuevo, justo cuando estoy esperando a mi novia estacionado en el Parque del Carbón, dispuesto a fardar por las calles de Lebu...
¿Vasto sistema solar? ¿No es Chile lo suficientemente grande?
Malditos sean los perihelios que se mueven.
Aunque, bueno... se ha quedado una noche la mar de buena.
Voy a pedirme un charquicán...
Ebony Salazar

lunes, 16 de diciembre de 2019

021.- BENAVIDES


Adéntrate, quita la piedra que impida el paso que te espero. Guarda tus secretos en mi cálido macizo. No eres un extraño Benavides, te pareces a mí y  esperaba con paciencia. Recontando las olas que resuenan la melodía efervescente, refrescando mi imponente creación. Tú y yo sabemos que este día iba a venir, andas cargado de joyas pero también portas las botas pintadas de sangre y destrucción, de calamidades y victorias. Mira arriba como estaba brillando la gruta para indicarte el camino, me decían allá viene Benavides, se quedará aquí contigo. La oscuridad que no le atrinchere el alma, que los recuerdos no lo inunden  de desvelos, que la brisa no lo envíe a  otra legión, ni los peces le revelen tu furtividad y tormento.
Dra. Lee

viernes, 13 de diciembre de 2019

020.- LINAJE OPORTUNISTA


Cuatro idiomas y dos carreras, no la inmunizaron contra la cesantía, ni la desesperación. Por eso, cuando conoció al solterón de seguridad desplegó tal carnaval de seducción que desató en el pobre un torrente de endorfinas que nublaron su reputado buen juicio y pusieron, en un descuido imperdonable, el plano de la caja fuerte en sus manos. Desde entonces se suceden las carrerillas desde el comedor a su cuarto cargando linternas, cronómetros y ropa negra, siempre cabizbaja, evitando la mirada escrutadora de su abuela que la observa desde el severo retrato en lo alto de la pared, adivinando su intención, fascinada con los preparativos del plan que ejecuta con precisión de relojero, rememorando, conmovida, que también ella le torció la mano a su mohoso destino de esposa complaciente escapando en el mismísimo portaequipajes del pintor itinerante que la inmortalizó en ese cuadro, en la Cueva del Toro, con un gesto adusto que supo disipar cualquier sospecha.
Eva

019.- ALMAS EN PENA


Susurra el viento en una lengua antigua, elevando a las gaviotas que le siguen, ruidosas, en su peregrinaje sobre el río de plata.
—Luefú—silba, agitando sus aguas, presintiendo los hombres la misteriosa presencia que cabalga, por doquier, glacial, y que les obliga a subir solapas para disimular el escalofrío, y persignarse a la carrera, agoreras, a las mujeres piadosas. Los chiquillos, inquietos, corren a sus casas buscando refugio entre los aullidos miedosos de los perros, y el nervioso aleteo de las gallinas en los patios. Cada ocho de octubre se levantan, al caer la tarde, apartando los pesados túmulos de piedras ancestrales, las atormentadas almas lafkenche segadas por el dominio del territorio, elevándose, justicieras, entre el murmullo de las conversaciones apagadas que se cuelan junto al humo de las modestas chimeneas. Esta noche se revuelven las ascuas de la memoria, y el pueblo, mestizo, tragado por la oscuridad, siempre sueña lo mismo.
Eva

miércoles, 11 de diciembre de 2019

018.- SOLO LUZ


—Eres pequeño, pero grandes propósitos tendrás. — Dijo el gran sol.
—Papá, no quiero dejarte. —Dijo el destello.
—Al amanecer estaré contigo, al anochecer  madre luna velara por ti. —Respondió con voz solemne.
— ¿Dónde iré?
—A la tierra. A seres carentes de luz propia, les alumbro con mi luz. Pero mi tiempo es limitado, otros planetas y seres necesitan mi luz. Por eso madre luna, toma de mi luz, repartiendo en medidas cuando no estoy.
—Padre, si madre luna esta con ellos ¿Por qué enviarme?
—No es suficiente, hallaras personas enfrentándose al mar de noche a por sus familias.
Entonces el destello descendió viendo hombres perdidos sobre el oscuro mar. Miro a su alrededor encontrando así una torre, voló hacia ella y dejando ver su máximo esplendor iluminando el mar. Comprendió su propósito. Cada noche subía la torre iluminando a los navegantes, entonces ellos le bautizaron con el nombre de su tierra, el faro de Lebu.
Tomy Grafo.


lunes, 9 de diciembre de 2019

017.- LEBU TE ENAMORA


Lebu, ciudad de trabajadores apasionados, tierra de artistas artesanos. Lugar de cultura con su maravilloso museo del minero y lugar de pescadores tradicionales. Lugar donde cultivar tu mente, pero también tu cuerpo, gente sana de rica gastronomía que combinan con su pasión por el surf, de ahí su magnífica escuela de surf de la comuna. Lugar donde las brújulas y mapas no se usan, porque una vez dentro no te importa donde te encuentras, porque lo que quieres es no irte, solo te entran ganas perderte entre sus lugares, que has venido pero no querrás irse. Lebu, lugar de belleza, lugar donde los sin corazones se enamoran por primera vez, lugar de alegría que pinta tus días grises.
oculto D

016.- LOS COLORES y LA CARTA

Después de visitar la Cueva del Toro, Sharon, más ángulos que curvas y Brian, más curvas que ángulos tomados de la mano y de otras partes se instalaron, mejor decir se recluyeron en el cuatro estrellas ubicado en el barrio de moda de la ciudad pleno de bares y restaurantes.
A la mañana siguiente esperó abrazarlo y que la abrace. Cuando la vio. Sobre la manta. La carta.
La colcha mostaza y el sobre con la carta tenían manchas de ketchup de la tempestuosa noche anterior cuando ella, baby doll de desiguales franjas verticales verdes, negras y rojas y él con su flamante pijama con los mismos colores pero horizontales engulleron los súper panchos con vaso de Coca incluidos en el promo que compraron en el  azul verdoso quiosco de la calle que aunque se llamaba Bello, no lo era tanto.
El domingo, tempranito, salieron. Caminando. No tomados de la mano. Ni de otras partes.
lacroze13

jueves, 28 de noviembre de 2019

015.- EL ESTORBO


Un niño que fue un “error” de sus padres, o al menos es lo que ellos sentían. Lo mandan a la cueva del toro a buscar un tesoro adentro de este y no podría regresar sin él.
Aquel niño ingenuo fue a la cueva a buscar el tesoro. Él sabía de la existencia del poco cariño de sus padres, pero tenía la esperanza que algún día cambiará todo esto y pensó que si llevaba el tesoro a casa sus padres lo amarían.
Al entra a la cueva vio muchas puertas donde podría salir, un hombre viejo vestido como si fuera 1800 le pregunta “¿Qué busca niño?”, el niño le responde que un tesoro para que sus padres lo quieran, el hombre le dice que vaya por donde está la luz porque ahí está el tesoro.
Llega a su casa y grita lo “encontré”. Solo ve a su mamá llorar.
Julietta Montesco

014.- CUEVA DEL TORO


Los ríos nos abandonaron, la lluvia se olvidó de nosotros y de los mares quedó la sal. Todos miramos al vaso más cercano y no había ni una gota de agua, se desvaneció una noche o, tal vez, no nos dimos cuenta de que se había ido poco a poco. Los días que siguieron estuvieron llenos de guerras sin sentido, muertes y mucha sed.
El último vaso de agua estaba en las manos de una niña, ella lo compartió y todos bebimos el recuerdo: los días felices en la Cueva del Toro, queríamos volver ahí y sonreír. Llegaron los helados sabor chocolate y el agua de sandía de mamá. Escuchamos el sonido de la lluvia y la vida en nuestro planeta. Nos tomamos de las manos y vimos nuestros labios secarse, la niña lloró mucho más, pero de sus ojos ya no nació agua y no tuvimos nada que tomar.
Cassandra de Córdoba

013.- PALABRAS EN EL VIENTO


El viento de la tarde resonaba fuerte, tan fuerte que soltaba palabras locas sobre nuestro encuentro, era un testigo más, y había oído cada palabra que salía de tu boca. Claramente no era mi mejor aliado, el viento no solo exclamaba aquellas palabras que me hicieron sentir frágil, sino que con audacia y sin reparo develaba hasta el mínimo detalle y así continuaba sin cesar, quería verme derrotado una vez más.
Traté de huir, corrí tan a prisa que no lograba discernir ni una sola sílaba, solo quería alejarme lo más posible, pero aquel viento era rápido y me envolvía con su resonar, duplicando aquellas palabras que sin piedad derramaste sobre mi rostro.
Estaba agotado y solo anhelaba el silencio, sin darme cuenta llegue al Mirador del Cerro La Cruz y tuve frente a mí un bellísimo espectáculo de atardecer, los colores y formas naturales me hicieron sentir pequeño, tanto, que ni el viento podía influenciarme.
 Catrileo


012.- AMADA


Reconocí en Lebu la mirada de la nube más perfecta. Hacía 1922, y a la muchachita de 15 años la esperaba en las afueras de su colegio, supliqué por meses que aprendiera a amarme y convencidos coronamos a la ciudad como la cuna de nuestro idilio (perenne).
Frente a las olas rondaban mis brazos por su cintura gélida mientras ella decía que me quería solamente con sus pies descalzos.
Para el final quedaron las cenizas en la arena de lo que fue nuestro entrelazo de manos.
Una caminata con su sombra convertía cien años de desdicha en nuestro ideal del cielo. Su piel, tersa y morena, rodeaba todos mis encantos y complacía mis más mesurados pensamientos.
Ya pasaba el lustro, su epitafio dictaba mal su nombre y el silbo embobaba completamente mi mirada. Sus ojos perplejos solamente yacían en una esquina de mi cabeza, aunque ésta ya estuviera desaparecida en lo profundo del océano.
Noailles

011.- EL TORMENTO


Le acariciaban sus pasos los árboles, como persiguiéndole. Le atormentaba más el hecho de que un día gris podría sucumbir, así arruinando su saco lleno de malos recuerdos. En el agobio de su pulso, se percató que el alma seguía expulsando sangre.
Preocupado, cesaba su ánimo, la pala pesaba aún más y la única opción que quería pensar era la de decaerse. Un otoño más pesado y a pocos kilómetros de Lebu, con eso le bastaba para desfallecer.
Analizó un tucúquere posado sobre la rama más cercana, el animal posaba su mirada inexpresiva sobre él, con las pocas fuerzas que le quedaban trató de ahuyentar al ser nocturno. Abrumado por su presencia, en un intento de tirarle el único utensilio que poseía a su disposición, acompañados con ráfagas, una bandada de búhos voló en dirección hacia su torso, sin ningún intento de liberarse, cedió a éstas a que arrebaten lo último que le quedaba: su vida.
Noailles


010.- ¿ESTARÁS CONMIGO?


Sobre la ciudad de los vientos en en el muelle de Lebu, Mercedes y Julio paseaban con la arena entre sus pies descalzos hablando que  harían con su vida en 10 años ellos como pareja julio pregunta:
- ¿Estarás conmigo?
Mercedes responde
-Sabes que no haría esto sola pero tengo un mal presentimiento-. mientras sentía como si los molinos de viento estuvieran girando dentro de ella.
 Así fueron caminando con aquellas preguntas pero al llegar al muelle vieron a dos jóvenes a lo lejos que intentaban escapar de un grupo de malandros Julio corrió hacia ellos tratando de ayudar porque no vio que eran muchos más y de pronto es lo último que ve y siente un calor arrasador  uno tras otro en todo el torso  mientras veía como pasaba su vida alado de Mercedes, ella en sus brazos su último aliento.
Aquella noche se registraron 3 muertes en Lebu uno de ellos era Julio.
Makeila

lunes, 28 de octubre de 2019

008.- LEUFU


Soñé con mi padre, pero no era mi padre, ¿era su presencia? Me decía que habíamos trotado hasta llegar a este mar pacífico, que el viento no pudo detenernos. Lebu, susurró, y la palabra me llegó con el sonido de una caracola. Sentados en la orilla esperaba pescar usando de anzuelo un pedazo de pan que se deshacía a penas se sumergía en el mar. ¡Lebu!, gritó. Soltó la caña, lo perdí de vista en las olas espumantes, grises, salvajes. Mar adentro sentí sus brazos que me subieron a su espalda, como cuando niña, como peces estuvimos. La ola más alta rompió contra una roca cuando me dijo Leufu, en mapuche.
Cuxirimay

miércoles, 2 de octubre de 2019

007.- QUÉDATE


-Papá, no me quiero ir de aquí-  Le dice un niño mirando con ojos tristes a su afanado padre. Mi corazón asiente convencido: aquel niño tiene razón.  Sin embargo, tú te fuiste,  y aun así me quiero quedar. Quizás será porque mirando el mar de Lebu te recuerdo, o porque cada vez que camino por la plaza de armas siento tus pisadas y ya no camino solo. No te voy a negar que a pesar de todo estoy feliz. ¡Cómo no estarlo! Tú solías decir que es aquí donde se cumple lo del himno… sí eso, lo de “la copia feliz del Edén”. Y contigo a mi lado ¡cómo no iba a creerte! Sigo recorriendo todos los lugares que solíamos frecuentar. Y créeme no es por recordarte, son mis pies que no quieren parar. Estoy sentado, cerca de la cueva del Toro, mirando el mar. Pensando… pensado en ti. Y aunque sonrío… te extraño mi vieja.
Viento del Llano

domingo, 29 de septiembre de 2019

006.- VOLVER


¡Qué alegría poder volver! No saben lo dichoso que estoy, no saben cuan feliz me hace poder volver a mi pueblo querido. Volver a recorrer las calles de mi juventud, volver a subir al cerro para disfrutar de la hermosa vista que me ofrece. Sentarme a los pies de la cruz y ver desde lo alto cuanto ha crecido mi ciudad. Mirar mi añorado río Lebu con sus numerosos botes de colores que parecen peces escapando del mar. Mar en el qué cuántas veces me mojé los pies llevando a pasear a una señorita. Señorita que hoy en día viene siendo mi esposa y con la cual he vuelto a este Edén. Al final de nuestras vidas hemos vuelto. Si solamente hubiésemos visto nuestra equivocación al irnos. Ahora que nos enraizamos permanentemente aquí, solo nos queda disfrutar hasta el último momento, todo la belleza y tranquilidad que nos ofrece nuestro querido Lebu.
Elena

sábado, 21 de septiembre de 2019

005.- RELATOS DE GLORIA


Nadia tenía nueve años cuando pisó Lebu por primera vez.
Fue junto a su madre a llevar los restos de  su abuela Gloria.
La abuela le había contado mucho de su lugar de origen.
Para Nadia estar en Arauco, y pisar las arenas de Lebu fue como entrar a un libro de cuentos, aquellos cuentos que le contaba Gloria antes de dormir.
Tomando la mano de su mamá le preguntó  por el museo Tamaya, y esta al principio no le dio demasiada importancia.
Tanta insistencia de la pequeña hizo que su madre aceptara llevarla, y también a la cueva del toro de la que tanto le había relatado Gloria.
Hoy Nadia visita Lebu. Tiene treinta años, y le cuenta a su hija, mientras las dos observan fascinadas el oleaje que tienen en frente, sobre los fósiles del museo, la cueva del toro, su mágico rugido, y los cuentos de su abuela.
Rumpelstiltskin 
  

miércoles, 11 de septiembre de 2019

004.- ENTRE LLAMAS


Recuerdo alguna vez cómo se incendiaba mi casa. Entre llamas, veía las vigas caer, las paredes de fuego prenden y gran cantidad de humo, ascender por los aires.Tratando de buscar una salida, cubría mi cabeza con mis manos, cuidando de no quemar mis pies ni sentir calor en mi piel.
Todo volviéndose cenizas, que el viento fuerte más tarde disipó. Un hogar en el que alguna vez este hombre vivió y ahora, sólo de ruinas y recuerdos, se vale para decir que esta tierra una vez amó.
 Sentado en la arena a orillas del mar, contemplo el bello atardecer. La puesta del Sol me hace recordar que un gran barco está pronto a llegar. Sin señal de su arribo, cojo una concha de caracol, y en mis oídos resuena el rugir del intrépido mar, como aquel devastador incendio que llevó todos los recuerdos vividos a mi más íntimo pesar. Lebu, hoy ya eres mi historia.
Membrillo Verde


lunes, 9 de septiembre de 2019

003.- NIÑOS


Abro los ojos como si estuviera en cualquier barrio de Lebu, para buscar no sé qué, pero solo hay agua.  En ella algunos brazos y piernas inmóviles. Me rebelo y trato de nadar. A mis trece años tengo más resistencia que los cadáveres que están flotando a mi lado. Entra agua en mis pulmones, toso, pataleo y me hundo. Salgo de nuevo y vuelvo a desaparecer  bajo las aguas con las palabras de la televisión del país vecino resonando en mi cabeza. Palabras que decían que los niños son el futuro al que la humanidad se debe aproximar y en quienes han de apoyarse si quieren sobrevivir, y hacerlo, eso si, cada vez con más intensidad.
Fatiga

002.- LA FUGA


Seis de la mañana. Corría lentamente el sudor por su cara. Con su mano ensuciada por la ardua labor, secaba el esfuerzo de su trabajo al correr rápidamente las horas. Sus palmas, ennegrecidas por el polvo, cogían la picota, que tras golpe y golpe, quebraba el carbón mineral que sería cargado en carretilla hasta el campamento.
Una señal de auxilio se escucha a lo lejos. Se oye metros más allá los fuertes pasos de mineros que corren en su salvación. El pájaro, muerto dentro de la jaula, da aviso de fuga de gas.
Rápidamente, deja sus herramientas en el suelo, y corre, abriéndose paso entre la oscuridad y el misterio. Estaba metros bajo tierra y no sabía dónde escapar.
Minutos más tarde, encuentra la salida. A lo lejos, ve brillar la luz del día, un hermoso amanecer en la ciudad de Lebu, donde los rayos del Sol aparecen por primera vez. Felizmente, ya estaba a salvo.
Membrillo Verde

001.- LA CARTA


Escrito estaba en la plaza que una sangrienta batalla alguna vez se vivió. Un enfrentamiento entre mapuches y españoles, donde el europeo hizo historia y el indígena, dejó su huella.
Los años pasan y se vuelve aristócrata. Se construyen casas, mercados y la municipalidad. Todo tan colonial, el hito de una tradición minera, o un simple resguardo del tren a vapor inglés.
Lebu, la historia tejiste con el correr del tiempo. Tus aguas bañan las tierras paganas, el puerto donde alguna vez más de algún barco arribó.
Hoy te abres al mundo, muestras tu faceta turística al chileno, desde hermosas playas hasta la conservación del patrimonio minero. Pero sigues siendo igual, un pueblo que me vio nacer y crecer. Una casa en la que alguna vez viví, un legado que dejé atrás al partir. Hoy, te recuerdo desde lejos que sureño fui, y esa carta que entre líneas escribí, con orgullo, te la dedico a ti.
Membrillo Verde

miércoles, 4 de septiembre de 2019

BASES VII CONCURSO LEBU EN POCAS PALABRAS




BASES
VII CONCURSO DE MICROCUENTOS
LEBU EN POCAS PALABRAS


Organiza:
Club de Amigos Biblioteca de Lebu

Patrocina:
Municipalidad de Lebu

Auspicia:
Biblioteca Pública Municipal de Lebu Samuel Lillo Figueroa

Con motivo de conmemorar 156 años de la fundación de la ciudad de Lebu, el Club de Amigos de la Biblioteca ha organizado el 7° Concurso de Microcuentos “Lebu en pocas palabras”, gracias al patrocinio de la Municipalidad de Lebu y el H. Concejo Municipal. El objetivo del certamen es incentivar la creación literaria y contribuir a la difusión de la ciudad de Lebu.

1.- El concurso está abierto a todas las personas que deseen participar, sin restricción de nacionalidad, edad, sexo y lugar de residencia.

2.- Los participantes podrán enviar hasta un total de tres (3) trabajos en distintos envíos, ocupando un solo seudónimo.

3.- Los trabajos deben ser inéditos y no haber sido publicados en forma parcial ni completa en ningún medio escrito, incluidos blogs, páginas webs y redes sociales en general. Los trabajos presentados en ediciones anteriores de este certamen no podrán participar. Tampoco podrán estar participando en forma paralela en otros certámenes y/o se encuentren pendientes de fallo.

4.- La temática de los microcuentos deberá estar referida a cualquier lugar de Lebu.

5.- El trabajo no podrá exceder de las 156 palabras, excluidos el título y seudónimo. Las obras deberán ser presentadas en archivo Word (extensión doc o docx), letra Times New Roman, tamaño 12, a doble espacio. El nombre del archivo deberá incorporar el título de la obra y el seudónimo.

6.- Los antecedentes de los participantes deberán ser incorporados en otro archivo de extensión doc o docx y deberán contener los siguientes datos personales:

a)     Nombre Completo
b)     Fecha de Nacimiento
c)     Nacionalidad
d)     Dirección Completa
e)     Teléfono de contacto
f)       Correo electrónico  

El título del archivo debe incorporar sólo el seudónimo del participante.

7.- Los trabajos deberán ser enviados exclusivamente por correo electrónico a concursomicrocuentolebu@gmail.com, con copia a microcuentolebu@gmail.com. Esta casilla será sólo para la recepción de los trabajos y no se responderán consultas enviadas a ésta. No se aceptarán otro tipo de envíos.

8.- El plazo de recepción de los trabajos será hasta las 23:59 horas del día sábado 18 de enero de 2020, hora de Chile continental.

9.- Los resultados serán publicados el día 1° de marzo de 2020, siendo notificados los ganadores y/o ganadoras vía electrónica.

10.- Durante el desarrollo del concurso, los trabajos serán publicados en el blog del concurso htpp://lebuenpalabras.blogspot.com. Se premiará con un galvano el trabajo mejor valorado por los internautas, en función de sus comentarios fundamentados, puntuación del jurado y número de visitas.

11.- Habrá un jurado por categoría, mayores y menores, constituido por personalidades relacionadas con el ámbito educativo y cultural de la comuna, así como ganadores y ganadoras de anteriores ediciones del concurso escritores y/o escritoras de reconocimiento internacional, cuyos nombres se darán a conocer al cierre de la convocatoria.

12.- Los premios serán dotados por la Municipalidad de Lebu en dos categorías, Infantil (Menores de 18 años) y Adultos (Mayores de 18 años) y considerarán en cada una:

i)      Primer Lugar: Lote de libros y galvano.
ii)     Segundo Lugar: Diploma
iii)    Tercer Lugar: Diploma

13.- Los jurados se reservan el derecho de declarar desierto el concurso o cualquiera de sus lugares, en función de la calidad y cantidad de los trabajos que lleguen al certamen y, en su reemplazo, podrá otorgar menciones honrosas, si así lo estimase.

14.- Los tres primeros lugares de cada categoría, junto con el trabajo mejor valorado, así como una selección de trabajos recomendada por el jurado, serán publicados y difundidos en las redes sociales y otros medios que el Club de Amigos y la Biblioteca Pública Municipal estimen convenientes, previéndose además, su posible incorporación en la Antología del Concurso Literario Gonzalo Rojas Pizarro, a editarse en papel y en el fanzine Chonchón el cual conformará un especial del concurso.

15.- La fecha de la ceremonia de premiación se dará a conocer oportunamente, a través de las redes sociales y todos los medios que los organizadores estimen convenientes. En el caso de los ganadores y ganadoras que residan fuera de la ciudad de Lebu, y que no pudiesen concurrir a recoger su premio, los gastos de envío del mismo correrán por su cuenta.

16.- Los trabajos participantes pasarán a formar parte del acervo cultural de la Biblioteca Pública Municipal de Lebu, los cuales podrán ser difundidos sólo con motivos de carácter cultural a través de publicaciones, exposiciones y otros medios que se encuentren a su alcance.

17.- Los ganadores, eventualmente, podrán ser invitados, para leer sus trabajos, a la ceremonia de Premiación a realizarse en primera instancia en el mes de abril de 2020, en la ciudad de Lebu.

Las consultas deberán ser dirigidas a club.amigos.biblioteca.lebu@gmail.com.