—Eres pequeño, pero grandes propósitos tendrás. — Dijo el gran sol.
—Papá, no quiero dejarte. —Dijo el destello.
—Al amanecer estaré contigo, al anochecer madre luna velara por ti. —Respondió con voz solemne.
— ¿Dónde iré?
—A la tierra. A seres carentes de luz propia, les alumbro con mi luz. Pero mi tiempo es limitado, otros planetas y seres necesitan mi luz. Por eso madre luna, toma de mi luz, repartiendo en medidas cuando no estoy.
—Padre, si madre luna esta con ellos ¿Por qué enviarme?
—No es suficiente, hallaras personas enfrentándose al mar de noche a por sus familias.
Entonces el destello descendió viendo hombres perdidos sobre el oscuro mar. Miro a su alrededor encontrando así una torre, voló hacia ella y dejando ver su máximo esplendor iluminando el mar. Comprendió su propósito. Cada noche subía la torre iluminando a los navegantes, entonces ellos le bautizaron con el nombre de su tierra, el faro de Lebu.
—Papá, no quiero dejarte. —Dijo el destello.
—Al amanecer estaré contigo, al anochecer madre luna velara por ti. —Respondió con voz solemne.
— ¿Dónde iré?
—A la tierra. A seres carentes de luz propia, les alumbro con mi luz. Pero mi tiempo es limitado, otros planetas y seres necesitan mi luz. Por eso madre luna, toma de mi luz, repartiendo en medidas cuando no estoy.
—Padre, si madre luna esta con ellos ¿Por qué enviarme?
—No es suficiente, hallaras personas enfrentándose al mar de noche a por sus familias.
Entonces el destello descendió viendo hombres perdidos sobre el oscuro mar. Miro a su alrededor encontrando así una torre, voló hacia ella y dejando ver su máximo esplendor iluminando el mar. Comprendió su propósito. Cada noche subía la torre iluminando a los navegantes, entonces ellos le bautizaron con el nombre de su tierra, el faro de Lebu.
Tomy Grafo.
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