martes, 27 de diciembre de 2016

023. LA MURALLA

El golpeteo eterno del agua choca con la pétrea obstinación de la roca que le contiene en su celda salada.
El mar deseoso de volver a reinar a sus anchas, reclama para sí esta porción de tierra llamada Lebu, pretendiendo llegar a los pies de los cerros que la rodean.
-Pasaré... pasaré... -Reclama el mar. 
Mientras la roca le responde:
-JAMÁS... -con un grito tan ensordecedor que la gente le confunde con el bramido de un toro.

Clemente Carrasco

022. EL SEGUNDO DÍA

La lluvia se hacía constante, el calor de un hogar era lo único que buscaba, la comida era escasa y el tiempo transcurría lento. Me mantenía caminando hasta quedarme exhausta, contra el viento, no había un cambio de rutina ya que era el primer día. Me quedaba pensando en las personas que me apreciaban y que me esperaban en casa, por ellas seguiría caminando, aunque ya no sienta mis patas delanteras. El primer día acaba con una luna llena, en un cerrar de ojos puedo ver mi hogar, en ella estaban las personas que me esperan llamándome Lebu sin desistir, sin darme cuenta he dejado mi cuerpo atrás, yéndome a un sueño del que no podré despertar. 
Al segundo día un cuerpo de gato fue encontrado, por lo que se pudo saber éste había sido abandonado en un parque, lejos de casa y su familia ya no se encontraba. 

Brise

viernes, 23 de diciembre de 2016

021. SERENA

Mi madre me decía que, según una leyenda de Lebu, los bebés nacidos en la playa eran bendecidos con magia. En cuanto mi vientre se rompía de súbito en un dolor lancinante, supe que la luna que yo cargaba por nueve meses estaba en busca de un nuevo cielo. Mi hija tenía ganas de asomar y sentir en su pequeñito rostro la brisa con olor a sal y algas dulces. Sentí que mi sangre se desvanecía por mis piernas como un pulpo rubro, pero sólo recordaba las palabras de mi mamá: "los ojos de esos niños son teñidos con el color de la primera cosa en que se posan". En el momento que pude sostenerla junto al pecho, lloré: sus iris estaban multicolores, como dos preciosas joyas. En la arena, una constelación de estrellas amarillas , púrpuras, naranjas, platas rosadas, celestes y esmeraldas. Mi serena ya traía el encanto al mundo, y a mí.

Júlia Castell

020. ATARDECER

Un halo dorado se despide en el horizonte, mientras una bruma suave se deshace lentamente por sobre la arena de la playa. Miro el barquito que danza en la orilla: un encaje blanco de sal, cosido por diminutas agujas de un erizo de mar . Mis manos, palos arrugados y secos, cogen y sueltan la cuerda que prende mi embarcación . Sin mirar para atrás, pongo mi cuerpo decrépito en ese nido de madera y me sorprendo por no sentir los dolores que, como perros fieles, estuvieron conmigo desde mi nacimiento hasta ayer, cuando decidí que lanzaría un adiós a Lebu, a la Tierra y a mi mismo. Y, por primera vez en mi historia, al adentrarme en ese espejo de fuego, no siento nada. No temo que la corteza de mi "nuez" se flamee. No recelo la vida. Soy como una vieja estrella marina volviendo al mar. Estoy en casa.   

Júlia Castell

jueves, 22 de diciembre de 2016

019. TUMBA DE DOS

Una fogata nocturna, alimentada con ramas de ulmo nos daba calor y luz en una noche sumamente fresca. Era el invierno más crudo de los últimos años. Mi madre y yo estábamos en la isla despidiendo los restos de mi abuelo, uno de los ochocientos habitantes del lugar. Era nostálgico y arraigado como cada uno de los lugareños. Jamás había puesto un pie fuera de sus límites. Ahora, sus cenizas, volaban por el aire de su amado lugar. Quizá, pensé, serían transportadas por el viento hasta el mar y por éste a cualquier lugar del mundo. ¿Perú? ¿Japón? Que ironía, ¿no?
No llegué a conocerlo bien por problemas familiares de larga data. No sé si era buena persona, si era creativo, si alguna vez en la vida hizo algo destacado. Mi madre no me habló de él. Sólo lo hizo para comunicarme su muerte. Pero sé una cosa: jamás me iré de Isla Mocha.  

Cristina Burgos

018. LAS ORILLAS DE LA FELICIDAD

Observaba las estrellas y la costa opuesta. El río Lebu era una alfombra oscura y fresca que nos defendía del calor diurno. Por las noches, siempre bondadoso, era perfecto para la pesca. Pejerreyes y congrios transitan sus aguas iluminadas por la luna, su amiga nocturna, indiferentes a las cañas de los pescadores que ahogan sus penas o desatan su vanidad en el río que atraviesa el oeste chileno. La mano, suave y tibia, de Carolina se posó en mi hombro desnudo. No me habló, sólo contempló el horizonte conmigo. Se agachó y me besó en la mejilla. Percibí su aliento caliente y su perfume con aroma a mora salvaje. Fui feliz, una vez más, en esa orilla lodosa y poblada de pajonales. Me puse de pie, mientras observaba la silueta curvilínea de mi amiga marchándose a contraluz, y me arrojé de cabeza al abrazo protector de las aguas de Lebu. 

Cristina Burgos

martes, 20 de diciembre de 2016

017. GUERRA A MUERTE

La hermana no se da cuenta que la selva también observa, en silencio. Solo da cobijo a quienes escapan de la oscuridad. Pero el río llora desahuciado, esperando ser consolado por quienes se adentren en él. Lo que nadie sabe, es que éste no presenta a nuevos visitantes.
Antonia Pizarro

domingo, 18 de diciembre de 2016

016. MI TIERRA, MI HOGAR

Mi padre solía contarme historias del mágico lugar donde nació, de lo hermoso que era y de las aventuras que vivió ahí junto a sus hermanos. El decía que una casa no es lo mismo que un hogar, pues, se puede tener muchas casas en diferentes lugares pero tu hogar es uno solo, es aquel lugar donde te sientes en paz, donde aunque pasen años jamás desearás estar en otro lado, es la clase de lugares que te llenan de felicidad.
Yo jamás lo entendí, creía que se trataban de historias fantasiosas que le cuentas a tu hijo pero él siempre repetía "cuando encuentres tu hogar, lo entenderás"; y ahora, cuando mi tierra cumple 154 años, a las orillas del río Lebu puedo mirar al cielo y con orgullo decirle a mi padre: encontré mi hogar. 
Camila Hardinmaddox 

sábado, 17 de diciembre de 2016

015. FUEGO EN EL RÍO LEBU

Sublime la noche que formaba parte de aquel suceso que ocurría en los muelles del río Lebu. Dejaban a descubierto cualquier evidencia con tal de acabar con el trabajo cumplido, casi a punto de llegar al día. El pequeño barco cruzaba el ancho río a duras sin todavía tocar la otra orilla, se suponía que el flaco Ponce estaría esperando con un camión para reabastecer su conteiner, pero a la lejanía sólo invadía la repentina niebla grumosa, conquistadora del pánico.
Todos creían que el jefe canceló el desembarco de manera repentina, típico de él. El pensamiento rondó sus cabezas, hasta convencerse por fin de que el "flaco" estaba en el muelle esperando. Pero esposado. Se abrió fuego de manera inmediata al barco, junto a sus tripulantes. Cadáveres adornados con plomo se ahogaba con su impotencia de escapar.
Todo me parecía...("Rodrigo") extraño en aquel... ("Rodrigo") momento...
-Rodrigo, despierta, nos llama el cabo.

Maximiliano Samael

miércoles, 14 de diciembre de 2016

014. ECLÍPTICO

De natural el fenómeno no tuvo nada. A las 10h08 de la mañana, de 22 de septiembre de 2017, empezó el eclipse solar. La oscuridad crepusculina aturdió los animales, que buscaron sus madrigueras, perchas, nidos y lechos. A las 10h43 , las plazas y las calles de Lebu ya agonizaban bajo un arrebol eterno y sombrío. Desde el Mirador Cerro La Cruz, los barcos en la boca del Biobío semejaron pálidos cadáveres de madera. La Caverna de Benavides, las otras cuevas y los acantilados se convirtieron en un paisaje espectralmente lunar. La luz ya tenía un peso de plomo cuando alcanzó el valle. Entonces la Piedra del Toro se puso a bramar con una angustia tan diáfana y calamitosa que la ciudad sintió un calofrío sin precedentes. Cuando a las 11h29 Lebu finalmente volvió a ver el sol de la primavera, las muertes ya habían ocurrido: dos por terror, tres por tristeza y una por locura.
Geranio Páramo

lunes, 12 de diciembre de 2016

013. MENSAJE

La botella estaba a siete metros de la orilla, en la playa de Lebu. Flotaba como un pez muerto, en cuyas entrañas reposaba el rollo de un pergamino. Las tres adolescentes la recogieron, suponiendo mensajes en los más diversos idiomas de la fantasía. Imaginaron náufragos, bucaneros, desterrados, soldados, esclavos y románticos de todos los siglos. Después conjeturaron el mapa de un tesoro. Cuando intentaron tirar el corcho, percibieron que cerca de ellas pasaba sumergida una sombrilla trasparente. Era una medusa, nadando frágil y pacífica. El encanto duró hasta que las tres sintieron en las piernas la cáustica atrocidad de los tentáculos. Gritaron pavoridas y fueron acudidas por pescadores. Febriles y delirantes, ellas pasaron la noche en el hospital, padeciendo en la piel las llamas de un fuego marino e invisible. Solamente en el día siguiente se acordaron de la botella -un misterio que desde el inicio estaba destinado a permanecer indescifrable.  
Geranio Páramo

viernes, 9 de diciembre de 2016

012. LO LLAMAN "RÍO", LO LLAMAN "LEUVU"

Hace muchos años, entre el cantar de las aves, oí pisadas acercarse por la tierra que abrasaba, en aquel entonces ella y yo éramos uno solo, pero al oír aquellos pasos todo cambió.
Al principio sentí un poco de temor, pues las corrientes lejanas decían que donde el hombre pisaba traía consigo una lucha, pero ¿por qué luchaban? Los árboles decían:
-Es porque visten diferente.
Pero yo pensé "¿acaso un naranjo y un manzano luchan?"; los peces decían:
-Es porque hablan diferente.
Pero, ¿acaso el Cóndor y el Huemul luchan?"
Nadie supo darme una respuesta, antes ni ahora, yo no sé si luchar radica en si me llaman río o leuvu, o si es por las diferencias entre armaduras y mantas pero lo que es certero es que para bien o para mal, la tierra y yo, el río Lebu, ya no somos solo nosotros, ahora somos "La ciudad de Lebu".

Camila Hardinmaddox

jueves, 8 de diciembre de 2016

011. DURMIENTE

Por medio siglo, Molina buscó, como peregrina  en traje de buceo, la leyenda de un barco hundido. En 2010, lo encontró donde sus cálculos siempre habían señalado: a 23 metros de profundidad, entre Lebu y la Isla Mocha. Era el 4 de mayo, día de un terremoto que sorprendió Molina sumergida. En cuanto se horrorizaba con su primer cataclismo acuático, percibió que los movimientos sísmicos habían dibujado la silueta de una embarcación en el hondo del mar. Tan luego se calmó, recorrió con una linterna reverente los túneles del barco. Transbordaban de lingotes momificados. Un baúl, ya abierto, exhibía un nido de anémonas escarlatas y, en el centro, una inesperada niña durmiente. Tenía pelos de alga. Cara de gente. Piel de orca. Cola de delfín. Brazos y manos de hada negra. Despertó con ojos de calamar y entonces dio la más tierna, quimérica, ingenua y calcárea sonrisa de los siete mares.

Geranio Páramo       

010. GABRIELA y PABLO

Cuando llegué a aquella ciudad, dejé mi mochila en el hotel y salí a deambular, como todo turista con ínfulas de flaneur. Doblé en una esquina y me encontré con la calle de Gabriela. Inevitable que me invadiera este canto: "-¿Cómo dices que se llama? / Repite el nombre bonito. / -Bío-Bío, Bío-Bío, / qué dulce lo llamaron / por quererle nuestros indios"
Con esa música seguí paseando. Por contigüidad me invadió otro canto, que dice: "Pero háblame, Bío-Bío, / son tus palabras en mi boca / las que resbalan, tú me diste / el lenguaje, el canto nocturno / mezclado con lluvia y follaje". Y supuse que pronto me toparía con otro cartel que nombraría su calle.
Pero caminé y caminé, y no la hallé. Me tentó detener a un transeúnte y preguntarle dónde. Pero preferí creer que mi incurable flaneurismo, sin rumbo ni método, me había escamoteado la calle de Pablo.    

El Lujanense

009. GABRIELA y EL RÍO

Si usted avanza por la calle Ríoseco, en dirección al norte, pronto arribará a la calle Blanco, y más allá se topará con el río Lebu ("leufu"), es decir, ¿verdad?, con el río río del Bío-Bío. Pero si usted quiere llegar hasta lo de Gabriela, quiero decir, hasta su calle, pero ¿por qué no?, también hasta sus versos, deberá cruzar el puente que va hacia (o viene desde) la naturaleza. Porque si en vez de doblar hacia su derecha, internándose en Gabriela, dirigiera su mirada hacia el oeste, cruzaría un breve desierto, con alguna que otra casita aislada, y al fin llegaría a la playa, allí donde el río y el mar se hermanan. Y tal vez le vengan a la memoria esos versos que dicen: "Hay países que yo recuerdo / como recuerdo mis infancias. / Son países de mar o río, / de pastales, de vegas y aguas".
El Lujanense

domingo, 27 de noviembre de 2016

008. MUTACIÓN

Un hombre soñó que se convertía en formación rocosa, pero no una formación rocosa cualquiera, sino en la Piedra Bramido del Toro. Entonces percibió como sus largos brazos, debido al insoportable peso, caían a ambos lados de su cuerpo y aunque trataba de alzarlos era totalmente imposible; vio también como algunos guijarros adheridos a su dermis se despeñaban producto a la incontrolable fuerza de gravedad, provocándole terribles dolores musculares; descubrió además como penetraban a través de sus oídos unas inauditas corrientes de vientos, que arremetían contra ambos tímpanos de manera casi violenta, escapando luego por un orificio de su cuerpo-roca, tornando el susurro en un escalofriante sonido similar al bramido de un toro.
Esa mañana, al despertarse, descubrió asustadizo que sus piernas habían hallado refugio en los confines del suelo de su habitación y que una suave brisa llegada del mar humedecía a su cabello con miles de atómicas partículas salitrosas.     
Christian

martes, 22 de noviembre de 2016

007. INGENIO DE UN ARRIERO

Ocurrió en un cerro de Lebu. Mi madre me contó un hecho ocurrido a un conocido arriero de la zona.
Llegaron dos científicos ateridos de frío al refugio de Pedro que tenía un fuego encendido en un fogón improvisado con piedras. Pidieron permiso y se arrimaron al calor. Al rato agradecieron y dijeron: "¿nos da una rama encendida para nosotros poder hacer fuego en donde acampamos?". "No hay problema", dijo Pedro y les dio una rama pero en pocos minutos volvieron pues la rama se les había apagado.
Entonces pensaron mil formas para llevar alguna brasa.
Pedro con su perro seguía sentado y solamente los miraba y escuchaba sus opiniones: que así, que con dos ramas, etc. y como no se ponían de acuerdo Pedro se levantó y les dijo: "pongan sus dos manos juntas hacia arriba", se las llenó de ceniza no caliente y encima colocó brasas que pudieron llevar sin problema.   

Experiencia de un arriero

miércoles, 2 de noviembre de 2016

006. RUTINA

Acercó el revólver a su pecho, inhaló una última bocanada de aire y apretó el gatillo. La habitación se llenó de humo y del estruendo del disparo, más no sintió dolor ni vio pasar delante de él los recuerdos de toda su vida. Bajó la mirada y en medio de su pecho vio la nueva herida a bala aún humeante, pero al igual que en las otras ocasiones, por ésta no brotaba ni una sola gota de sangre u otro tipo de fluido. 
Bajó la pistola y la guardó nuevamente en el cajón del velador.
-Será pues -se dijo. Se vistió con su camisa gris, se acomodó la corbata frente al espejo y se fue a ocupar su sillón en la alcaldía de Lebu-. ¡Total...! Mañana será otro día -pensó.

Clemente Carrasco

miércoles, 26 de octubre de 2016

005. LA MER

Le gustaba ir a gritar a las olas del mar. Solía ir en invierno, solo muy temprano. Gritaba a todo pulmón, dejándose la voz, así tenía excusas para no verse obligado a hablar con nadie. Le gustaba su afonía crónica. Soñaba con perder la voz, con ser tan extraño que nadie quisiera hablarle. Quería existir solo. Pocas cosas captaban su atención. Un día, vio como los calamares espantaban al enemigo. Pensó que las ideas de la naturaleza eran como las matemáticas; ciertas, sin hueco a error. Recapacitó en una forma de usar su arma pero por más vueltas que le dio, no sabía ser un calamar. No le quedaba otra opción que ser humano. Fue otra vez al mar, pero esa vez no gritó. Enterró sus rarezas en una hondonada en la arena. Miró al mar, y decidió volver a hablar. 

Semiramis Barces

martes, 25 de octubre de 2016

004. LAS ALMAS VIEJAS TAMBIÉN ANHELAN

Lo vi pasar, débil y macilento, cubierto sólo por un chal andrajoso hecho jirones. Caminaba en dirección a la iglesia, en donde se dejó caer en un rinconcito protegido del sol. No debía atrasarme, pero el mendigo se había quedado plasmado en mi retina. Caminé la distancia la distancia correspondiente a tres casas, y enseguida, me volví sobre mis pasos. Me acerqué, y deposité la manzana que cargaba en mi bolso, encima del chal rojizo que extendía sobre el suelo. Él me miró, y sonrió. Su sonrisa, oscura y desdentada, me congeló la sangre, y me hizo querer alejarme lo más rápido posible. "No te vayas -me suplicó-, Lebu está en los cielos, y yo sigo deambulando por este infierno". Escuché con atención lo que tenía que decir y accedí a cumplir su petición. Ahora, debajo de un roble yace su cuerpo, lleno de flores que se abren por el día. 

Little Bamboo 

viernes, 7 de octubre de 2016

003. CARBÓN

Ariel Augusto Aimone, triple A le llamaban, era mi abuelo materno. Llegó de tierras lejanas de Chile, de profesión minero en Lebu. Quiso escapar de su destino pero siguió realizando el mismo trabajo allende el océano. Recaló en una pequeña localidad de estribaciones de la sierra del Brezo. Era el mejor picando y barrenando la antracita o levantando el martillo picador de ocho kilos con un sólo brazo, en ratoneras de 30 centímetros. Contra todo pronóstico murió a avanzada edad, pero lo que le remató fue el fallecimiento de su único hijo varón, mi padre, en un desgraciado accidente en la mina de san Claudio. Se inundó una galería por la rotura de un acuífero. Ariel pereció apenas seis semanas después del duro golpe. Su mujer y sus tres hijas lo lloraron durante meses. Aún hoy, en un perdida localidad de la Peña, le recuerdan con entrañable cariño.  

Artemisia

002. ÉXODO

Miró hacia atrás, para luego voltear su cabeza y seguir su rumbo. Atrás quedaban aquellos años vividos en Lebu. Atrás quedaban las anécdotas pasadas, y atrás quedaban los imborrables recuerdos de un pueblo olvidado. Aquellos años habían marcado y el tiempo transcurrido había hecho de sí su paso por aquel inhóspito lugar.
Para olvidar, cierto día decidió emprender rumbo, dejando todo aparte, siendo cegado por el viento. Un susurro, una voz cálida lo guiaría en su paso, y un manto de suaves gotas impregnaba su espíritu de energía que lo llevaría a un nuevo destino, mi Lebu querido, que atrás quedaste. Hoy eres y serás historia, para nueva vida comenzar sin preámbulos que lo detengan al andar.

Cangrejo 

001. COORDENADAS

Frente al espejo, contemplaba la profundidad de su mirada, lo cautivante de sus ojos y la simpleza de la quietud. En ellos, un mapa reflejaba la ubicación de Lebu, que en coordenadas daría con el paradero de mi casa. Avenida Arturo Pratt con Covadonga. En esa esquina se esconde mi presencia, entrecruzada por Almirante Latorre y paralela a Andrés Bello. Salgo a la calle y mis ojos brillan; hoy, para cerrarse mañana. Lebu me grita que despierte. Es imposible hacerlo de noche. Un día más sin dormir, otro día para despertar y seguir contemplando la ubicación de un pueblo con historia, tan enigmática como de quien fuera héroe para cantar victoria.

Cangrejo

lunes, 3 de octubre de 2016

BASES V CONCURSO DE MICROCUENTOS LEBU EN POCAS PALABRAS

Organiza:
Club de Amigos Biblioteca de Lebu

Patrocina:
Municipalidad de Lebu

Auspicia:
Biblioteca Pública Municipal de Lebu Samuel Lillo Figueroa

Con motivo de conmemorar 154 años de la fundación de la ciudad de Lebu, el Club de Amigos de la Biblioteca ha organizado el 5° Concurso de Microcuentos “Lebu en pocas palabras”, gracias al patrocinio de la Municipalidad de Lebu y su H. Concejo Municipal. El objetivo del certamen es incentivar la creación literaria y contribuir a la difusión de la ciudad de Lebu.

1.- El concurso está abierto a todas las personas que deseen participar, chilenos o extranjeros, sin restricción de edad, sexo y lugar de residencia.

2.- Los participantes podrán enviar hasta un total de tres (3) trabajos en distintos envíos, ocupando un solo seudónimo.

3.- Los trabajos deben ser inéditos y no haber sido publicados en forma parcial ni completa en ningún medio escrito, incluidos blogs, páginas webs y redes sociales en general. Los trabajos presentados en ediciones anteriores de este certamen no podrán participar. Tampoco podrán estar participando en forma paralela en otros certámenes y/o se encuentren pendientes de fallo.

4.- La temática de los microcuentos deberá estar referida a Lebu.

5.- El trabajo no podrá exceder de las 154 palabras, excluidos el título y seudónimo. Las obras deberán ser presentadas en archivo Word (extensión doc o docx), letra Times New Roman, tamaño 12, a doble espacio. El nombre del archivo deberá incorporar el título de la obra y el seudónimo.

6.- Los antecedentes de los participantes deberán ser incorporados en otro archivo de extensión doc o docx y deberán contener los siguientes datos personales:

a)     Nombre Completo
b)     Fecha de Nacimiento
c)     Nacionalidad
d)     Dirección Completa
e)     Teléfono de contacto
f)       Correo electrónico  

El título del archivo debe incorporar sólo el seudónimo del participante.

7.- Los trabajos deberán ser enviados exclusivamente por correo electrónico a la siguiente dirección concursomicrocuentolebu@gmail.com, con copia a microcuentolebu@gmail.com. Esta casilla será sólo para la recepción de los trabajos y no se responderán consultas enviadas a ésta. No se aceptarán otro tipo de envíos.

8.- El plazo de recepción de los trabajos será hasta las 23:59 horas del día viernes 24 de febrero de 2017, hora de Chile continental.

9.- Los resultados serán publicados el día 20 de marzo de 2016, siendo notificados los ganadores y/o ganadoras vía electrónica.

10.- Durante el desarrollo del concurso, los trabajos serán publicados en el blog del concurso htpp://lebuenpalabras.blogspot.com. El trabajo mejor valorado, en función de sus comentarios, puntuación del jurado y número de visitas, será considerado entre los tres primeros lugares.

11.- Habrá un jurado por categoría, mayores y menores, constituido por personalidades relacionadas con el ámbito educativo y cultural de la comuna, así como ganadores y ganadoras de anteriores ediciones del concurso, cuyos nombres se darán a conocer al cierre de la convocatoria.

12.- Los premios serán dotados por la Municipalidad de Lebu en dos categorías, Infantil (Menores de 18 años) y Adultos (Mayores de 18 años) y considerarán en cada una:

i)                    Primer Lugar: Lote de libros y galvano.
ii)                  Segundo Lugar: Galvano
iii)                 Tercer Lugar: Galvano

13.- Los jurados se reservan el derecho de declarar desierto el concurso o cualquiera de sus lugares, en función de la calidad y cantidad de los trabajos que lleguen al certamen y, en su reemplazo, podrá otorgar menciones honrosas, si así lo estimase.

14.- Los tres primeros lugares, así como una selección de trabajos recomendada por el jurado, serán publicados y difundidos en las redes sociales y otros medios que el Club de Amigos y la Biblioteca Pública Municipal estimen convenientes, previéndose además, su posible incorporación en la Antología del XIV Concurso Literario Gonzalo Rojas Pizarro, a editarse en papel.

15.- La fecha de la ceremonia de premiación se dará a conocer oportunamente, a través de las redes sociales y todos los medios que los organizadores estimen convenientes. En el caso de los ganadores y ganadoras que residan fuera de la ciudad de Lebu, y que no pudiesen concurrir a recoger su premio, los gastos de envío del mismo correrán por su cuenta.

16.- Los trabajos participantes pasarán a formar parte del acervo cultural de la Biblioteca Pública Municipal de Lebu, los cuales podrán ser difundidos sólo con motivos de carácter cultural a través de publicaciones, exposiciones y otros medios que se encuentren a su alcance.

17.- Los ganadores, eventualmente, podrán ser invitados, para leer sus trabajos, a la ceremonia de Premiación a realizarse en primera instancia en el mes de abril de 2017, en la ciudad de Lebu.

Las consultas pueden ser dirigidas a club.amigos.biblioteca.lebu@gmail.com. Nuestro teléfono es el 56- 41 - 285 44 79.  


sábado, 19 de marzo de 2016

FALLO IV CONCURSO LEBU EN POCAS PALABRAS


ACTA
  
IV CONCURSO DE MICROCUENTOS LEBU EN POCAS PALABRAS


En reunión efectuada en el salón de la Biblioteca Pública Municipal de Lebu “Samuel Lillo Figueroa”, siendo las 22:35 horas del día 17 de marzo de 2016, el jurado compuesto por la profesora de lenguaje y escritora VIVIANA FLORES VERA, la poetisa MARCELA MARIQUEO MARTÍNEZ, el licenciado en antropología y cuentista NAZARENO MEDEL CARRILLO y el licenciado en literatura y escritor ALFREDO OJEDA TORRES, después de examinar los 145 trabajos presentados al “IV CONCURSO DE MICROCUENTOS LEBU EN POCAS PALABRAS”, organizado por el CLUB DE AMIGOS DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL DE LEBU y patrocinado por la ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE LEBU, ha resuelto el siguiente resultado:

Categoría Menores:

El jurado, luego de revisar y evaluar los 14 trabajos llegados a esta categoría, ha decidido premiar a:

3er Lugar:
“En el olvido” de John Eduardo Cárdenas Ramírez (Eduardo Ramírez), autor colombiano de 15 años radicado en El Bosque, Chile.

2° Lugar:
“El heredero” de Felipe Hourcade (Caín), de 16 años, Buenos Aires, Argentina.

 1er Lugar:
“El mañana vendrá hoy” de María José Godoy Torres (Astrid Parra) de 11 años, Rancagua, Chile.

Categoría Adultos:

De un total de 131 trabajos revisados y calificados en esta categoría, el jurado ha resuelto otorgar los siguientes premios:

3er Lugar:  
“El loco” de José Gabriel Espinoza Márquez (Neftalí Ruiné-Volks), de Challampa, Perú.

2º Lugar y Mejor trabajo valorado por el público:
“Silencio negro” de Leonardo Badilla Cofré (Kaweshkar), de Lebu, Chile.

1er Lugar:
“Kuruf / Viento” de Luis Alberto Pando Torres (Alonso Barbosa), de Maipú, Chile.


De igual manera, el jurado ha recomendado la publicación de los siguientes trabajos en el capítulo dedicado a este certamen, dentro de la Antología del XIII Concurso Literario Gonzalo Rojas Pizarro:

Menores:

-“Secretos bien guardados” de María Eugenia Siri Rodríguez (Maru), 15 años, Canelones, Uruguay.
-“Personas” de John Eduardo Cárdenas Ramírez (Eduardo Ramírez), autor colombiano de 15 años radicado en El Bosque, Chile.

Mayores:

-“La mujer que yo amo” y “La loca” de Javier Martínez Hermosilla (Clemente Carrasco), San Antonio, Chile.
-“¡De quién es!” de Galvarino Orellana (Frecanse), autor chileno radicado en Sundbyberg, Suecia.
-“Lebu” de Jorge Andaur Ríos (Damián-Aenima), San Ramón, Chile.
-“El rey no ha muerto” de Gustavo Leyton Herrera (Don Mirlo), Pichilemu, Chile.
-“Hallazgo” de Luis Pincheira Acuña (Felipe Rey), Talca, Chile.
-“Ella” de Javier Yared (Xavier), Lebu, Chile.

De conformidad con lo anteriormente expuesto y ratificando lo acordado por el jurado que suscribe procede a firmar otorgando beneplácito y acuerdo:






JAIME MAGNAN ALABARCE
Coordinador IV Concurso de Microcuentos Lebu en Pocas Palabras
Ministro de Fe

Asimismo, los organizadores desean dejar constancia del interés suscitado por el certamen traducido en los 145 trabajos recibidos a concurso, de acuerdo al siguiente detalle Chile (76); Argentina (17); México (12); España (10); EE.UU y Uruguay (6 c/u); Venezuela (5); Perú (4); Suecia (3); Colombia (2); Cuba, Ecuador, Portugal y Puerto Rico (1 c/u).



martes, 15 de marzo de 2016

AVISO A LOS CONCURSANTES

De acuerdo a lo previsto, hasta ayer 14 de marzo han sido considerados los comentarios incorporados en los trabajos participantes del IV Concurso de Microcuentos Lebu en Pocas Palabras. Los comentarios recogidos serán analizados junto con otros parámetros de evaluación, esto es: cantidad de comentarios, número de visitantes, consideración del jurado y valoraciones realizadas por los internautas y, en función de ésto, se procederá a elegir el trabajo que se incorporará en la terna que el jurado establecerá para elegir a los ganadores. 

Este año, el panel de jueces está compuesto por las siguientes personas:


Viviana Flores, narradora y poetisa. Profesora de Lenguaje y Comunicación de la Escuela Rebeca Castro Araneda de Lebu, y Profesora Guía de los Talleres Comunales de Lenguaje de Segundo Ciclo. Ha sido integrante del panel de jueces de este certamen en sus versiones anteriores. Ha sido publicada en España, en una antología literaria editada en papel y en algunas redes sociales.

Marcela Mariqueo, cuentista, poetisa y cantante. De profesión Diseñadora Industrial, actualmente cursa la carrera de Psicología. Se ha desempeñado como encargada cultural de la Gobernación Provincial de Arauco y de la Municipalidad de Lebu. Algunos de sus microcuentos y poesías han sido publicados en España y en varias redes sociales.

Nazareno Medel, cuentista y poeta, especializado en literatura fantástica y gestor cultural. Licenciado en Antropología; cuenta con varias investigaciones relacionadas con el rescate del patrimonio inmaterial de Lebu, financiadas por fondos gubernamentales. Es un activo defensor del Medio Ambiente. Participa en la puesta al aire del programa radial "Del carbón al Leufú" transmitido por Radio Rigoberto Iglesias Bastidas.

Alfredo O. Torres, narrador y poeta. Licenciado en Literatura, con amplia experiencia en educación popular y talleres de apreciación cinematográfica. Parte de su obra ha sido publicada en varias antologías y medios escritos. En 2008 publicó en Lebu su novela "La memoria mutilada". En la actualidad prepara la publicación de una segunda novela. 

FECHA PREVISTA PUBLICACIÓN DE RESULTADOS:
Lunes 21 de marzo 2016

martes, 1 de marzo de 2016

CIERRE DEFINITIVO DE CONVOCATORIA


Después de zanjar el impasse producido por 3 microcuentos no incluidos en la convocatoria, enviados dentro de la fecha establecida por las normas del certamen, nos corresponde anunciar que, en definitiva, un total de 145 trabajos, provenientes de 14 países, han sido recibidos para la IV edición del Concurso de Microcuentos "Lebu en pocas Palabras", que organiza el Club de Amigos de la Biblioteca de Lebu Samuel Lillo Figueroa gracias al patrocinio de la Municipalidad de Lebu. 

La convocatoria cerró el domingo 28 de febrero a las 23:59 horas de Chile continental, según lo previsto en las bases y la revisión de la misma hoy martes 1° a las 11:34 horas de Chile continental


Durante el transcurso de la semana se dará a conocer la nómina del jurado que tendrá la difícil misión de evaluar y calificar cada uno de los trabajos llegados a concurso.


Asimismo, hasta el día 14 de marzo serán considerados los comentarios que se suscriban en cada una de las propuestas presentadas en el blog.


A todos los concursantes deseamos la mejor de las suertes y extender nuestros agradecimientos por participar en este certamen cuyo objetivo principal es descubrir nuevos valores literarios en este mini género y difundir este hermoso territorio llamado Lebu.

145 LOS COPIHUES DE LEBU



145. “Los copihues de Lebu” por Añañuca

Hay episodios de nuestra adolescencia que suelen quedar grabados para siempre. Aunque pasen muchos  años basta una chispa para revivirlos. Y esa chispa ha sido este concurso.
Nortina de nacimiento, crianza y vida laboral, siempre he admirado la flor nacional: nuestro hermoso copihue. Como muchacha inquieta, tenía correspondencia   con un joven de Lebu a quien solicité me contara acerca de ella.
Cuál no sería mi sorpresa cuando unos días más recibí un regalo sorpresa: una pequeña caja llegada del sur. En  la soledad de mi pieza la abrí con el corazón palpitando fuerte.
Ante mis ojos se desplegaron cuatro copihues rojos, soberbios en su belleza, sobre una delicada alfombra de verdes hojas. La admiración, la alegría y la satisfacción que sentí en ese momento  me permiten escribir estas líneas  llenas de nostalgia por los años que ya se fueron, y  de agradecimientos al amigo y a  Lebu.

144 LA VIO



144. “La vio…” por Isidoro Guidrobros

Un ejército de células espermáticas guarda en su interior la carga de sabiduría hereditaria, entre tantos otros componentes químicos, que modifican la alquimia de transmisiones y transferencias. Apostados, esperan la orden de salida para competir en el cros de la vida.  Gregorio Flores, retó al destino. Venía de fábrica con alto entrenamiento para sumergirse en las entrañas mismas de la tierra. La minería era su acomodo práctico…
Sus antepasados bucearon rocas, en busca de carbón, y otros tantos minerales. Explorando, horadando piedras, recorriendo y escudriñando  las cuevas de Benavides, con poca luz, casi a ciegas, intentando un tacto interesante, se desarrollaron artesanalmente en Lebu, provincia de Arauco, en la zona del   Biobío…
Gregorio, salió a flote. Viró hacia la luz. Emergió como un submarino y se plantó en la vida para lucharla desde otra esfera, no tan fulera, ni sacrificada. Trabaja en turismo. La vio linda,  filón interesante Lebu…