domingo, 27 de noviembre de 2016

008. MUTACIÓN

Un hombre soñó que se convertía en formación rocosa, pero no una formación rocosa cualquiera, sino en la Piedra Bramido del Toro. Entonces percibió como sus largos brazos, debido al insoportable peso, caían a ambos lados de su cuerpo y aunque trataba de alzarlos era totalmente imposible; vio también como algunos guijarros adheridos a su dermis se despeñaban producto a la incontrolable fuerza de gravedad, provocándole terribles dolores musculares; descubrió además como penetraban a través de sus oídos unas inauditas corrientes de vientos, que arremetían contra ambos tímpanos de manera casi violenta, escapando luego por un orificio de su cuerpo-roca, tornando el susurro en un escalofriante sonido similar al bramido de un toro.
Esa mañana, al despertarse, descubrió asustadizo que sus piernas habían hallado refugio en los confines del suelo de su habitación y que una suave brisa llegada del mar humedecía a su cabello con miles de atómicas partículas salitrosas.     
Christian

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