martes, 27 de diciembre de 2016

023. LA MURALLA

El golpeteo eterno del agua choca con la pétrea obstinación de la roca que le contiene en su celda salada.
El mar deseoso de volver a reinar a sus anchas, reclama para sí esta porción de tierra llamada Lebu, pretendiendo llegar a los pies de los cerros que la rodean.
-Pasaré... pasaré... -Reclama el mar. 
Mientras la roca le responde:
-JAMÁS... -con un grito tan ensordecedor que la gente le confunde con el bramido de un toro.

Clemente Carrasco

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