Y entonces simplemente ajusto mis patines y me olvido del mundo entero, olvido lo tarde que es, olvido que estoy de vacaciones, olvido que este viaje ha sido un desastre, olvido que mis padres no tomaron en cuenta que me desagrada la playa, olvido mis problemas, y sólo recuerdo que estoy en Lebu, que la noche está preciosa y que así es la mejor manera de conocer una ciudad, con la hermosa simplicidad de la oscuridad.
Milow
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